Antes de esto, los cuatro sujetos vivían en las calles y en las noches salían a mendigar; entre los cuatro no juntaban ni veinte euros. No obstante, un día pidiendo limosna en las afueras de un bar, un sujeto les regalo un boleto de lotería que había comprado por un euro.
Tras checar los números ganadores, los cuatro sujetos se percataron que habían ganado la bolsa mayor. Los ganadores confesaron a la empresa de la lotería que no saben qué hacer con su dinero; a cada uno le tocaron 12 mil 500 euros. Vale mencionar que a estos vagabundos ya les pagaron su premio. En cambio, a los que ganaron en la rifa del avión presidencial todavía no les dan nada.