El día 8 de octubre, al medio día, encontraron el cuerpo de un hombre en la colonia El Pedregal, del municipio de Querétaro, el cual había sido asesinado. El sujeto tenía heridas en todo el cuerpo provocadas con un arma punzocortante; además tenía huellas de haber sido golpeado. Las autoridades investigaron sobre el caso y dieron con que horas antes al sujeto lo interceptó una mujer en compañía de dos hombres. Las personas que observaron cómo lo asesinaban dijeron que la mujer le reclamó, al ahora occiso, por haber matado a su perro.
La mujer había estado localizando al sujeto desde hace algunos días porque el hombre mató a su perro con mucha crueldad. Después de estarlo siguiendo, la mujer encontró el momento indicado para cobrar venganza. Las personas dijeron que ella iba con otros dos hombres, los cuales al verlo lo empezaron a golpear y como el sujeto se encontraba en estado etílico no pudo emprender la huida. La estocada final se la dio la dueña del perro que el sujeto había asesinado.
La mujer se acercó al hombre clavándole un cuchillo en la garganta el cual lo arremetió en distintas ocasiones, hasta que perdió la vida. Al detener a los culpables se percataron que se encontraban en situación de calle. La mujer declaró que lo volvería hacer pues el hombre había asesinado a su mascota.
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