Tras el descubrimiento los profesores hicieron una investigación y dieron con que el menor ya las había llevado antes y se las había mostrado a sus compañeros. Además de esto, señala el profesor, en una de sus libretas tenía un dibujo de un sujeto parado afuera de la escuela completamente armado y a su alrededor había muchos cadáveres.
La madre del niño fue citada a la escuela y en la entrevista contó que su hijo era demasiado violento y que en los últimos tiempos no le hacía caso de nada. La madre angustiada dijo que había descubierto que el menor mató a un perro chihuahua que era la mascota de la familia; lo mató con una pistola de perdigones. Según la madre abrió una caja que pertenecía a su tío que en su interior contenía armas de todo calibre.