El vecino, al ver lo que ocurría, informó a la policía. Cuando los agentes llegaron al domicilio de Lesie abrieron la puerta de la entrada y descubrieron que en su recamara estaban las dos niñas siendo torturadas y abusadas por su madre y su padre. El esposo de Lesie declaró que ella lo obligaba a participar en las torturas amenazándolo de muerte.
El hombre contó que Lesie le decía que si no participaba y si la acusaba lo mataría con un cuchillo a la hora de dormir. El padre de las menores se encuentra cumpliendo una condena de 438 años por haber participado junto con ella en el atroz crimen. Lesie recibió 700 años de prisión por torturar y abusar sexualmente de sus dos hijas.