*No se va, porque busca perpetuar a MoReNa
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / UNA PROMESA no cumplida al calor de la suficiencia a ultranza, como la de renunciar si los integrantes del Frente Nacional Anti-AMLO lograba reunir a 100 mil personas en el zócalo capitalino, podría provocar que seguidores de ese movimiento -que concentró el sábado a casi 250 mil- tomen en los días sucesivos dependencias Federales de todo el País para exigir al mandatario que cumpla lo que ofrece. De aprobarse el proyecto que ya es analizado entre los principales dirigentes, se pondría en marcha a partir del 12 de Octubre, día en el que Cristóbal Colón desembarcó en la isla Guanahani, en el archipiélago de las Bahamas. Y es que tras fallar a su promesa luego de la fuerte movilización de Frenaa, López Obrador pidió a sus opositores que no coman ansias, que esperen las elecciones del próximo año cuando se someterá a la revocación de mandato en el primer trimestre de 2022 para resolver diferencias por la vía democrática, pero después de ahora pocos le creen. Para evitar cumplir la palabra empeñada que nadie lo obligó a comprometerla, el Presidente dice que mientras lo apoye el pueblo va a seguir gobernando al País, pues según sus cálculos que en ningún momento mostró, asegura que actualmente lo respalda el 72 por ciento de los mexicanos, “según encuestas, y no creo que se vaya a perder ese apoyo, porque vamos a seguir trabajando en beneficio del pueblo. Tengo muy claro que lo fundamental es atender, servir al pueblo y por eso vamos a poder salir adelante y llevar a cabo la transformación de la vida pública de México”. Reitera: “Lo único que queremos es que se esperen a las elecciones, y me voy a someter a la revocación de mandato”, cuando se preguntará al pueblo: ¿quieres que continúe el Presidente o que renuncie?
PERO AMLO anda molesto, y por ello se le fue a la yugular a quienes le hicieron quedar mal, y fiel a su costumbre ofensiva, donde antepone la diatriba a la respuesta razonada, estableció que la diferencia es que los conservadores quieren mantener el régimen corrupto de injusticias y privilegios, “y nosotros queremos transformar”. E insistió que como demócrata acepta que el pueblo manda, pone y quita. “Acepto esas reglas, de modo que lo único que le pido a los conservadores, que están molestos porque ya no hay ni va a haber corrupción, que no coman ansias, que ya vienen esas dos fechas y que se sigan preparando para que de manera pacífica y por la vía democrática, si así lo decide el pueblo, entonces tengamos nosotros que retirarnos, (pero) en tanto nos apoye el pueblo pues vamos a seguir gobernando el país”.
SIN DUDA, la postura del Presidente desgasta su imagen y el discurso, aunque ya de todos es conocido que como dice una cosa dice la otra, pero se trata de la palabra del Jefe del Ejecutivo Federal y, como tal, no puede andar con jueguitos, por el contrario, debe honrar sus compromisos. Y es que Presidente es aquel que preside y que, por lo tanto, tiene el lugar de mayor autoridad dentro de una organización, por lo que mentir equivale a faltar a su palabra y autoridad. Se trata de la cabeza de un gobierno o sociedad comercial, quien toma las decisiones más importantes. El presidente dirige las asambleas, reuniones o sesiones de trabajo. Como funcionario público, el presidente suele ser electo por la población para cumplir sus funciones durante un periodo determinado y ostenta el poder ejecutivo de un Estado nacional, en suma, el título de presidente, en los gobiernos republicanos, equivale al Jefe de Estado que da valor a sus acciones y compromisos.
AMLO DICE que tiene 72% de aceptación al interior de la sociedad, mientras que consulta Mitofsky lo desmiente y asegura que hasta el viernes 2 de este mes su calificación era 54.7% la mayor en un mes. Con todo y ello dice que los de Frenaaa tienen que echarle ganas “porque a este paso van a estar aquí en el Zócalo hasta el 2022, cuando se realice la consulta de revocación de mandato, e insiste: “nada más que se vengan a dormir los dirigentes, porque nada más están las carpas ahí. Ya voy a mandarles a poner una enramada para colgarles unas hamacas a (Pedro) Ferriz y al señor (Alejandro) Junco, una hamaca grande, al del Reforma, porque son los que están, entre otros, impulsando mi destitución. Claudio X. González, aclaro, el joven, el hijo, porque el grande no se mete y además ahora está como yo, está padeciendo, porque ‘cepillaron’ a los Cardenales de San Luis. Pero a los otros les voy a mandar a instalar bien con una hamaca como las que usaba el libertador (Simón) Bolívar, que se vengan aquí. Porque el Reforma ya se convirtió en el boletín de Frenaaa, porque ayer con la fotografía truqueada, porque da la imagen, o sea, proyectan la imagen de que está el Zócalo a reventar y no, para llenar el Zócalo todavía les falta, pero en la foto aparece. Y yo digo que no se llenó el Zócalo ayer, yo creo que si acaso la mitad o menos”.
Y EN el rosario de acusaciones, también, le tocó a la Iglesia Católica. “Vi una foto de un sacerdote que es simpatizante de Frenaaa, que la tomó desde la torre de Catedral y ahí me di cuenta de cómo estaba. Y digo que es simpatizante porque antes de que se tomara esa foto ya sabíamos, por los mismos jerarcas de la Iglesia, que había dos, tres sacerdotes simpatizantes de Frenaaa de aquí de la Catedral, lo cual también es legítimo, porque somos libres”.
COMO FUERA, el tema es que el Presidente no debería asumir compromisos que no puede cumplir, porque solo pone en riesgo su palabra, como lo hacía el Pastorcito Mentiroso, y cuando desee que le crean algún tema de gran envergadura simple y llanamente nadie podrá hacerlo dada su inclinación a la tendencia chimoltrufiana de como “dice una cosa dice otra”, una predisposición que se ha tornado popular en el lenguaje presidencial ajeno al que asumen los estadistas. En ese contexto, quien podría creer a la pregunta que será lanzada en el 2022: ¿Quieres que continúe o que renuncie el presidente?, y si la respuesta es sí, seguramente AMLO no se irá, porque su intención es perpetrar a MoReNa como alguna vez se hizo con el PRI, y no hay que olvidar que López Obrador trae una formación priísta en sus inicios de la que no puede despojarse. Fue el PRI quien impuso aquel lenguaje complejo del: “si es no, y no podría ser si”, y AMLO dice que el pueblo pone y el pueblo quita, y si el pueblo le dice que se vaya lo hará, y no va a acabar los seis años de Gobierno para los que fue electo, porque desde su percepción, “si el pueblo no quiere y en la democracia el pueblo manda, me voy a Palenque”. Se le recuerda que la Constitución dice otra cosa, a lo que responde que: aunque lo diga la ley. Por encima de la ley está el pueblo (¿?), está la democracia. Yo voy a estar aquí mientras el pueblo me respalde. Cuando ya el pueblo diga: ‘No’… Hay presidentes que tienen una aceptación del 30 por ciento y ahí están porque se les eligió por seis años, dicen: ‘Es legal, es constitucional’. No se puede así”. ¿Y usted cree que AMLO si cumplirá en el 2022 si el pueblo pide que se vaya? Nosotros tampoco. OPINA [email protected]
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