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¿Por qué no quieren que los Veracruzanos vean de frente a López obrador? Temen que la ciudadanía muestre su descontento

Armando Ortiz / El presidente Andrés Manuel López Obrador viene a Veracruz el domingo 27 de septiembre. Se sabe que estará en Xalapa, Veracruz puerto y Córdoba. Muchos seguidores del presidente ya se alistaban para ir a recibirlo, para ir a buscarlo y mostrarle su apoyo. Pero, ¿qué creen? No se va a poder. De hecho, el mismo secretario de Gobierno de Veracruz, Éric Cisneros Burgos está pidiendo a los ciudadanos que no se presenten al lugar donde estará el presidente: “Hablando con más seriedad, pedimos que nos ayuden a que no se haga convocatoria de personas, para cuidar la integridad sanitaria de todas las personas. Van a ser eventos cerrados”. Ahora resulta, no tuvieron empacho para dejar que miles de personas se reunieran en el salón Bazar, sin importarles las medidas de seguridad, pero ahora toman las medidas de seguridad como excusa para que la gente no acuda a buscar al presidente. Tiene miedo el gobierno de Cuitláhuac García de que se presenten grupos de personas inconformes con su gobierno; tienen miedo de que le recuerden al presidente López Obrador los muchos desmanes que se están llevando a cabo en el estado; tienen miedo de que el presidente se dé cuenta de que el gobierno de Veracruz es un desastre.

La Jornada y su naciente vocación abyecta; en su Rayuela presupone que si 2 millones y medio de firmas lo piden, se puede juzgar a cualquiera

El periódico La Jornada está perdiendo mucha de la credibilidad y congruencia que mantuvo como un medio crítico, alejado del poder. Sin embargo, ya cerca de López Obrador, el periódico que fundara Carlos Payan muestra su imberbe vocación abyecta; apenas está aprendiendo y las frases no le salen muy bien. En su Rayuela de este viernes La Jornada anota: “Dice el ministro Luis María Aguilar que no se debe juzgar a los ex presidentes. ¿Y si lo contradicen 2 millones y medio de firmas?”. Los editores de La Jornada no entienden que las leyes se establecen para que impere el orden y se suprima el caos. Imagine usted que, en Sinaloa, feudo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se hubiera levantado una encuesta para decidir si se juzgaba o no al narcotraficante más sanguinario de la historia de México. Seguramente los sinaloenses hubieran decidido que no, que no se le juzgara; pasemos por encima de la ley y brindemos a un criminal la impunidad que le otorga el pueblo. Así fueran 30 millones de firmas, o 60 millones de firmas, donde hay una ley, es la ley la que impera no la decisión de un grupo de aleccionados que no saben ni lo que firman. Además, tendenciosa La Jornada anota que Luis María Aguilar dice que no se debe juzgar a los presidentes, como si con esa frase el ministro les diera inmunidad. El ministro no dijo que no se debe juzgar a los expresidentes, él señaló que las encuestas no son el medio para decidir si se debe o no juzgar a una persona.

Para pagar la rifa del avión les rebotan el cheque de los 2 mil millones de la FGR; no han acreditado de dónde viene ese dinero ni para donde va

Qué bueno que no se ganó usted un premio de la rifa del avión. Y es que, a la hora de ir a cobrar su premio, le iban a salir con que no tenían dinero, porque el cheque de 2 mil millones de pesos que la Fiscalía General de la República entregó para el pago de los premios fue devuelto, y no porque no tuviera fondos, sino porque no se podían justificar correctamente esos fondos. El dinero que entregara la FGR al presidente, un cheque con el que se cubriría el monto de los premios, es un dinero entregado por los hermanos Max y André El Mann Arazi como parte de un acuerdo reparatorio, es decir una indemnización del Infonavit por parte de la empresa Telra Ralty. Sin embargo, ese monto no ha sido acreditado legalmente. Es decir, la FGR no ha hecho la documentación y los trámites correctos para que ese monto de dinero sea ocupado. El Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado es quien resguarda es dinero, pero no puede hacer uso de él hasta que la FGR no justifique bien su procedencia y para qué se habrá de ocupar. Esos trámites que dijo Jaime Cárdenas, todavía titular de ese instituto, que el presidente le sugirió pasara por alto.

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