En el amplio repertorio de hermosos y precisos dichos populares mexicanos, taparle el ojo al macho, es una expresión popular originada en la práctica de los arrieros que cubren los ojos de las mulas para que no se espanten mientras las cargan. Se usa para indicar que algo será engañoso o habrá que disimularlo. Y algo así es como se entienden las declaraciones del actual líder del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, después de conocer que el SNTE está inhabilitado para renovar las secciones sindicales con las normas de su amañado reglamento que fue rechazado por la autoridad laboral.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) informó que aplazará aún más la renovación de dirigencias en las seis secciones donde quedó pendiente el proceso. Las elecciones se realizarán “hasta que existan las condiciones pertinentes para evitar contagios de Covid-19”, indicó el secretario general Alfonso Cepeda Salas.
Pero para no exhibir el sabor de la derrota trato de disimularla y dijo que su decisión de atraso de renovación de las secciones se debe a que, en caso de “efectuar las votaciones en este momento significaría exponer o dejar fuera de sus derechos a los agremiados con mayores riesgos de salud y quienes se encuentran confinados por este motivo”. ¡Por favor!, lo cierto es que la presión de los maestros democráticos está minando su absurda obsesión de querer seguir en un puesto que no le corresponde. Por lo pronto, en las 61 secciones del SNTE, habrá sangre nueva, eso téngalo por seguro.
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