Edgar Hernández* /
¿Será que tiene igual culpa el que mata la vaca como el que le agarra la pata?
En “Dos Bocas”, más allá del capricho, está la sospecha insana de la escalada de corruptelas que se mueve trás de la Cuarta Transformación.
Se ha denunciado hasta la saciedad que el proyecto de la refinería de Dos Bocas, que está costando a los mexicanos la friolera de 160 a 180 mil millones de pesos, es un negocio de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle –una zacatecana que quiere ser gobernadora de Veracruz- compartido con los empresarios Quintanilla Hayek.
Se ha dicho asimismo que la refinería es inviable por un sinfín de razones entre ellas el tránsito mundial a otro tipo de energías, la manipulación internacional del mercado petrolero y, fundamentalmente, a que la zona pantanosa escogida para la extracción del crudo es inviable.
Lo mismo se dijo de Santa Lucía, multimillonario negocio de los militares beneficiarios del capricho de López Obrador, al ordenar asentar una terminal aérea de 70 mil millones de pesos en una zona cuyo suelo requiere una mayor inversión y, no solo eso, sino porque hay un cerro que estorba el tránsito aeroportuario.
El igual sentido se habla de la destrucción de la flora y fauna que provocará el Tren Maya –un trenecito de 180 mil millones de pesos- en el trópico húmedo del sureste del país- entregado en concesión a Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo a quien lo que menos interesa es el bienestar social, ya que para él todo es negocios y más negocios.
De los tres proyectos, para no entrar en detalle con el corredor transístmico, el proyecto más caro e inservible es, sin duda, Dos Bocas.
Entregarle a manos inexpertas y de sospechosa conducta ese compromiso llevará a la bancarrota a la república que de entrada ya no sabe qué hacer con Petróleos Mexicanos que carga con una deuda superior a los 105 mil millones de dólares.
Tan solo de enero a abril de este año la empresa perdió 170 mil millones de pesos.
¿Es importante, por tanto, echar tanto dinero bueno al malo, máxime que el tráfico y venta del petróleo están controlados en alta proporción por los huachicoleros?
Dos Bocas es, en efecto, un capricho de alguien que todos los días tiene ocurrencias y sed de venganza pero ¡Por Dios! es que ¿no contamos los 130 millones de mexicanos de hinojos ante la pandemia, inseguridad y pobreza?
“Dos Bocas se encharca pero a la media hora que deja de llover escurre el agua y se seca”, sostiene con enojo Rocio Nahle, como si su sesuda explicación técnica del comportamiento del suelo fuera la Biblia.
Rocío Nahle, por el bien de México debería decirle a su patrón la verdad y no dejar que su voluntarismo nos lleve a la desgracia.
Eso, sin embargo, es como pedirle peras al olmo.
Cómo confiar en quien falsea presunto reconocimiento de la comunidad petrolera a su persona y ordena modificar la Constitución de Veracruz para poder alcanzar la gubernatura de Veracruz
“!Ah, caray! Bueno, yo soy zacatecana de nacimiento. Estoy cubriendo ahorita la secretaría de Energía y, pues, vamos a trabajar fuerte por la gubernatura de Veracruz”, declaró al reportero Federico Lagunes.
Así, sin el menor rubor, el diputado mozo Amado Cruz Malpica, llevó al Congreso del Estado el pasado 2 de mayo una iniciativa que permitiría que cualquier persona que tenga hijos veracruzanos –es el caso de Nahle- pueda aspirar a gobernar el estado ya que ello “permitiría el ensanchamiento de derechos para quienes viven y hacen algo por Veracruz”.
La propuesta que hoy se conoce como “Ley Nahle” provocó el rechazo de la opinión pública, pero eso vale madre.
A Rocio Nahle no le basta ser la Secretaria de Energía, responsable de uno de los tres proyectos más importantes del sexenio, quiere ser gobernadora, pero antes llevarse la talega ya que lo suyo son las transas, los “bisnes” y el tráfico de influencias.
Del dominio público es que Rocío Nahle y los sobrinos de su compadre Hayek, de pronto decidieron inventar una compañía “Bidcom Energy”, para vender respiradores al IMSS por la vía de un contrato de 114 millones por la entrega de 100 ventiladores para atender el tema de Covid-19.
¿Y quiénes son estos neoempresarios?
Los sobrinos del compadre de Rocío Nahle, Arturo Quintanilla –primo de la artista internacional Salma Hayek-, el mismo que quiso hacer su relleno sanitario en Chinameca y los echaron a empujones y mentadas de madre”.
Muchas otras historias negras de Rocío Nahle flotan en el ambiente político.
En las páginas periodísticas de “Eje Central” se detallan los “Abusos marcan a Rocío Nahle”. Ahí se revelan con lujo de detalle nombres, apellidos y números de los contratos mal habidos de Petróleos Mexicanos, en donde fue protagonista de unos esos ilícitos que solía denunciar.
A finales del 2012, en el sexenio de Felipe Calderón, su esposo José Luis Peña, ganó notoriedad en el círculo de los ingenieros de Pemex por ser muy dado a pedir dinero de forma clandestina, por lo que la Contraloría le hizo cinco investigaciones.
En la última, sería llevado a investigación lo cual lo puso al borde del suicidio por la ingesta de pastillas para después encerrarse en su auto, ya mismo sigue en tratamiento médico y psiquiátrico.
Esos, sin embargo, por lo que se ve hoy, fueron los “negocios chiquitos” de Rocío Nahle, quien ahora tiene dos bocas.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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