Hace unas semanas, a finales de agosto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañanera mostró un video de la inundación en lo que sería el aeropuerto de Texcoco. Las tomas aéreas mostraban una gran inundación en lo que quedó de la obra. «Miren de lo que nos salvó la gente con la consulta», decía el presidente al mostrar el video, «escogieron el peor lugar… Son vasos reguladores… Aquí confluyen nueve ríos». Esperemos que el presidente también muestre un video de cómo quedó inundada la obra de la refinería de Dos Bocas en Tabasco.
Las lluvias originadas por la tormenta tropical Beta anegaron toda la obra, incluso parte de la maquinaria. El anegamiento se dio ya que «las corrientes de agua que cruzan por el predio y las precipitaciones, las excavaciones están llenas de agua», dijeron algunos lugareños. En redes sociales ya circulan las fotos de la inundación.
Algunos expertos señalan que «toda el área de construcción de la refinería es zona baja, al nivel del mar, cien por ciento inundable por los cauces naturales y por la entrada del mar que se ha metido cientos de metros en los últimos 30 años, por el cambio en las corrientes marinas». Mañana esperemos que el presidente muestre el video de la inundación. Entonces no podrá decir «de la que nos salvamos, escogieron el peor lugar… Son vasos reguladores… Aquí confluyen nueve ríos». Quien lo manda a escupir para arriba.
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