Aumenta depresión, estrés, impotencia y frustración por no poder despedir a nuestros seres amados que mueren de covid-19

Aumenta depresión, estrés, impotencia y frustración por no poder despedir a nuestros seres amados que mueren de covid-19 FOTO: WEB
- en Avenida Principal, Carrusel

La tradición mexicana para despedir a los difuntos es un rito acompañado de símbolos. Al ser querido que se nos adelanta de este mundo, se le llora y se le despide con flores, oraciones o rezos, dependiendo de la religión de los familiares del difunto. Sin embargo, con la plaga del covid-19, esto resulta imposible, sobre todo si éste muere por esta terrible enfermedad. Regularmente, las autoridades sanitarias recomiendan que el difunto sea cremado de manera inmediata, para que este no pueda contagiar a los demás. En las clases populares, esta práctica de incineración no era muy común, ya que muchos prefieren velar de cuerpo presente al difunto y después de enterrarlo, rezarle durante nueve días consecutivos.

De acuerdo a las sugerencias sanitarias, durante la velación sólo pueden estar 30 personas. El que no se puedan despedir de sus muertos ha ocasionado un alto índice de estrés y depresión en los familiares que han perdido a un ser amado por covd-19. Los abrazos, besos y despedidas a nuestros seres amados nos reconfortan, sin embargo, sin éstos nos queda un sentimiento de impotencia y frustración.

Los especialistas sugieren que cuando se pasa por esta situación, se recuerden los buenos momentos que se pasó con el difunto. Por esa razón, hay suficientes motivos para que tratemos con cordialidad y amor a nuestros seres amados mientras están con vida. Recuerde, mañana puede ser demasiado tarde.

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