Irineo Domínguez Méndez / ¡No es ni será la primera o última vez que Ricardo Ahued defienda a los veracruzanos! Su calidad moral rebasa a propios y extraños del partido al que hoy pertenece. Públicamente manifiesta su desacuerdo a las tarifas eléctricas que pagamos. Es nuestra única voz en el Congreso de la Unión, nuestro digno representante popular. Los demás veracruzanos electos han olvidado sus orígenes; traicionan con su silencio a quienes votaron por ellos.
Hablar de democracia representativa en México es hablar de falacias. Los integrantes de los congresos del País, gobernadores y presidentes municipales sirven a sus intereses, principalmente los considerados de derecha. Sin que lo antes escrito exima a la mayoría de los de izquierda. Claro, las excepciones confirman las reglas y el señor Ricardo Ahued es una de ellas.
El senador reprocha, con sobrada razón, que Veracruz pague tarifas más caras que otros estados; sin importar que producimos más del 12% de la energía eléctrica consumida en el País. Desde hace más de un año exige que nuestro Estado goce de la condonación de la deuda que se tiene con la CFE. Argumenta de tal forma, que Bartlett y demás funcionarios emanados de la izquierda se quedan callados, concediéndole, con ello, la razón.
Es vergonzosa y decepcionante la actitud pasiva que guardan los diputados locales y el gobernador en relación al tema tarifario eléctrico que padece Veracruz. Su silencio demuestra su nula moral, así como ningún compromiso adquirido con el pueblo. Más, la elección del 2021 es la oportunidad de frustrar su reelección de los primeros y el segundo podría decir adiós a la gobernatura si se aplica la encuesta de revocación de mandato.
Muchos de ellos, siendo legisladores o funcionarios son los primeros en desobedecer las leyes, tan es así que les importa un comino el Estatuto de su propio partido. Desconocen al pueblo veracruzano como a su líder del Comité Ejecutivo Estatal. En eso se salva el gobernador, pues, acepta ya la personalidad de quien se ostenta en funciones de Presidente del referido Comité.
Los veracruzanos siguen atentos del desempeño del senador Ahued; a quien ubican como próximo gobernador. El pueblo no desea volver a equivocarse, elegir a un gobernador probo no es cosa fácil. El senador, siendo diputado federal y local y anteponiendo la defensa de los derechos de los veracruzanos, nunca ha votado por consigna, su voto siempre es razonado, ético para con Veracruz. Él entiende a los de abajo.
El diputado Juan Gómez, Manuel Huerta o Rocío Nahle tendrían que imitar la rectitud con que se conduce el senador para lavar un poco su imagen. Seguramente, todos ellos, también, reconocen que es el único prospecto para salvar a MORENA en el Estado. Sin embargo, tendrán que esperar hasta el 2024 para colgarse de él. Ha resultado ser más de izquierda en los hechos que Manuel Huerta, a quien puso en su lugar al manifestar en el pasado sobre el contubernio entre éste y el alcalde de Xalapa, cuando Huerta era presidente de MORENA en el Estado: “Yo le diría a Huerta que, si quiere seguir siendo cómplice y alcahuete que lo siga siendo y si me deslinda del partido, que bueno, porque no somos iguales”.
Institucional como es, Ricardo Ahued respetará la voluntad de la militancia y de simpatizantes de su Partido cuando se elijan precandidatos y candidatos de MORENA, no meterá mano negra como los otros dos. Ojalá brinde su tiempo para tener contacto con quienes lo eligieron de manera más personal. El pueblo se lo agradecerá.
Otro sí digo. – De seguir en el anonimato figuras como Ricardo Ahued, hará que MORENA sufra otro descalabro como el del 2017. Gobernador y delegado están propiciando la división morenista. Ellos serán los culpables.
Comentarios