El presidente López Obrador pidió que se investigara a Gibrán Ramírez, aspirante a la presidencia de Morena. El presidente hizo esta solicitud al director del IMSS gracias que el cuestionamiento surge de la pluma de Hernán Gómez Bruera, un intelectual de la 4T. Hernán Gómez, quien repudia que se discrimine a Gibrán por sus rasgos físicos (¿?), señala que antes que aspirar a ser dirigente nacional de Morena, debería explicar su paso por la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), organismo dependiente presupuestalmente del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Gibrán fue secretario general de la CISS, lo que para muchos es considerada una aviaduría de lujo, pues según los que trabajan ahí, “lo del organismo internacional es una fachada. No hay vida interna en esa organización. Los países se quedan porque México (y el IMSS) pone prácticamente todo el dinero”. Otros entrevistados por Hernán Gómez Bruera señalan que Gibrán usó el presupuesto de manera discrecional para sacar adelante su proyecto político, pero que el señor en la CISS “no hacía nada. Delegaba prácticamente todo en otras personas”.
Hernán Gómez, identificado como apologista de la Cuarta Transformación anota: “Mis fuentes también señalan que Gibrán ha hecho una gran cantidad de viajes internacionales, en los cuales se ha alojado en muy buenos hoteles. A sus periplos, al parecer, ha ido acompañado de otros amigos que cobran en al CISS”. Como se puede usted dar cuenta, contrariando lo que dice el dicho, en Morena “perro sí come perro”.
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