Juan David Castilla Arcos / Delincuentes han implementado un nuevo modus operandi para cometer fraudes, mediante llamadas telefónicas.
Un grupo de mujeres se hace pasar como personal del Grupo Financiero Santander para “sacar” información sobre datos personales y poder acceder a la cuenta bancaria de los clientes, desde la aplicación móvil.
A las 16:38 horas del lunes 14 de septiembre, Lucía González recibió una llamada del número telefónico 55 8092 6799. Una mujer de nombre María Torres indicó que un tercero había realizado una compra desde el portal de Liverpool con su tarjeta bancaria.
“Me preguntaron si yo había autorizado una compra de una computadora marca Lenovo con mi tarjeta de débito por un monto de 8 mil pesos. Les dije que no y me contestaron que iniciarían un trámite para la cancelación de la compra”.
La joven fue víctima de un intento de fraude. Estuvo más de 30 minutos en línea para aclarar su situación bancaria.
“Me dijeron que ellos detectaron una compra atípica, toda vez que en tres ocasiones intentaron realizarla desde la página de Liverpool”.
Ella ingresó a la banca móvil para verificar que estuviese en proceso de validación dicha compra; sin embargo, no había ningún movimiento reflejado.
“Me dijeron que si conocía a Jorge David Perán Jarquín, porque esa persona era la que intentaba ingresar a mi cuenta súper móvil, a la aplicación celular de Santander, les dije que no. También me mencionaron que me harían llegar un correo electrónico con los datos de esa persona por si tenía intención de proceder legalmente”.
Después de eso, le colgaron. Ella ntentó llamar y dicho número “fraudulento” lo mandaba directo a buzón, hasta que a las 17:20 horas sonó nuevamente su celular; eran las mismas defraudadoras.
Sin embargo, en esta ocasión, se delataron, pues mencionaron dos nombres que no correspondían al de Lucía González.
“¿Hablo con el señor Marco de la Cruz, no perdón, hablo con Carlos Delgado?”, le preguntaron.
Ella respondió que no, le colgaron y aprovechó para llamar a los números oficiales de dicha entidad bancaria, donde le dijeron que había sido víctima de un intento de fraude.
Le habían pedido su fecha de nacimiento y la clave OTP para la operación en Superlínea.
“Quise ingresar nuevamente a la aplicación y ya no pude, los defraudadores ya habían cambiado la contraseña”, recuerda.
Su cuenta estaba en ceros, pues no había sido depositado su salario, situación por la cual los delincuentes no hicieron ningún movimiento bancario y tuvo tiempo de reportar el problema para aplicar los candados necesarios y que su cuenta estuviese segura.
En ese sentido, alertó a la población sobre el método que están utilizando actualmente los delincuentes para cometer fraudes y robar sus fondos a usuarios de entidades bancarias.
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