Joseph Ignace Guillotin, el creador de la guillotina, no murió guillotinado como cuanta la leyenda; pero Robespierre sí. Robespierre fue líder del llamado “Reino del Terror” en Francia a finales del siglo XVIII, Durante esa época Maximilien Robespierre «gobernó Francia de forma autocrática, sumiendo al país en un período de persecuciones políticas, incertidumbre generalizada y continuas ejecuciones por traición, sedición, conspiración, entre muchos otros crímenes». Robespierre hizo uso de la guillotina para acabar con sus enemigos políticos. Esa guillotina hoy se llama “consulta pública” y los ciudadanos incautos son utilizados para ejecutar públicamente y de manera arbitraria a quien el gobierno señale como enemigo público.
Pero cuidado, a muchos políticos, gobernadores, senadores, diputados y a militantes de Morena se les hace que la consulta es un instrumento de justicia que siempre estará de su lado. Esos que impulsan la consulta no entienden que con el paso de los años el poder les será retirado. Entonces, cuando sus adversarios políticos gobiernen, serán ellos los que los pongan en el matadero.
Una de las posibles reses es Hugo López-Gatell, a quien le están documentando cada infectado de coronavirus, cada muerto; a quien están responsabilizando por esos muertos. En un futuro, ya estando Morena fuera del poder, López-Gatell, muy engreído ahora, será un suculento platillo para esa consulta pública; es decir, para poner su cabeza en la guillotina política. Robespierre, quien utilizó ese instrumento de muerte para eliminar a sus enemigos políticos, perdió la cabeza en la guillotina junto con 21 de sus colaboradores.
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