El ISSSTE anda mal y Ricardo Olivares Hernández en vez de enfrentar los problemas los evade. Se ha detectado que, por laudos de los trabajadores y por demanda de derechohabientes, se pierden anualmente 22 millones de pesos. A esto habría que sumar el millón 500 mil pesos de pérdidas anuales por demandas de reintegración ganadas por la falta de atención médica en el ISSSTE.
Y qué decir del maltrato a los adultos mayores, a quienes se tienen afuera de la delegación del ISSSTE, a veces desde las cuatro de la mañana y todo para hacer cualquier trámite. A pesar de estas anomalías en la delegación siguen mandando el doctor Gustavo Montero y Yeni Morales, a quien Ricardo Olivares Hernández les ha dado toda su confianza. No extraña que los trabajadores del ISSSTE pidan la inmediata renuncia del hijo de Ricardo Olivares Pineda.