No se han podido juntar las firmas para llevar a juicio a los expresidentes, ni tampoco se han podido vender todos los boletos para la rifa del avión fantasma. Esta situación ha sido tomada como una mala señal no sólo para la popularidad del presidente, sino también en la aceptación del gobierno de la 4T. Y es que el presidente Andrés Manuel López Obrador ya esa resistiendo las consecuencias de las malas decisiones que se han tomado en su gobierno. Tenga por seguro que la mala actuación que han tenido los funcionarios encargados de la pandemia también tiene que ver con ello.
Eso sin contar que la actuación de los gobernadores de Morena ha resultado un verdadero fiasco. Por otro lado, no se consideró que, con la pandemia, muchos mexicanos no han tenido la oportunidad de agenciarse de recursos frescos. Gran parte de la sociedad mexicana depende del comercio informal y éste fue de los más lastimados con la llegada del covid-19.
Además, se esperaba que el gobierno de la esperanza fuera implacable con la corrupción, no obstante, con el caso de Emilio Lozoya, quien por cierto ha sido tratado con toda consideración, no ha caído bien el ánimo de muchos mexicanos. Y eso sin contar con las triquiñuelas y transas del hermano incómodo del presidente, quien tal pareciera que su trabajo es empinar cada día más al amo y señor de la 4T. Por lo pronto, los jerarcas de la 4T tienen en que pensar.
Comentarios