Ante este escenario suenan huecas las palabras del presidente cuando asegura que en su gobierno se está atendiendo gratuitamente a todos los mexicanos, que no hay desabasto de medicinas y que de la rifa del avión presidencial saldrá dinero para que se compren más insumos médicos. Mientras tanto, más de cuatro mil niños con cáncer siguen esperando sus medicamentos desde hace 672 días.
No basta con decir que el problema del desabasto de medicamentos para el cáncer es a nivel mundial; no basta con prometer que de lo que se saque de la rifa se usará para comprar esos medicamentos. Los niños siguen muriendo y el presidente López Obrador se ocupa más en pelear con Brozo y con Loret de Mola que en abastecer de medicamentos a los niños con cáncer.