Rosario Piedra de Ibarra es hija de una de las más grandes luchadoras sociales de este país, la señora Rosario Ibarra de Piedra, candidata presidencial por el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Una mujer sencilla, salida de las luchas sociales de los años setentas, quien nunca claudicó en su intento de buscar justicia para su hijo, Jesús Piedra Ibarra, uno de los luchadores sociales desaparecidos por el régimen de Luis Echeverría.
Pues la hermana de Jesús Piedra Ibarra, aprovechando la inercia de la madre, quien a sus 93 años ya no es apta para ningún cargo público, llegó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Cualquiera esperaría que la señora sería congruente con la tradición de justicia social de la madre y del hermano. Sin embargo, ahora que los colectivos de feministas y familiares de víctimas y desaparecidos tomaron las instalaciones de la CNDH, empezaron a darse cuenta que la señora se da la gran vida en la dependencia a su cargo.
Encontraron las personas de estos colectivos refrigeradores llenos de cortes finos, cortes que unos chefs preparan para el exquisito paladar de la señora Rosario Piedra de Ibarra. Ante semejante exhibición la CNDH tuvo que reconocer que esos cortes sí pertenecen a la comisión, sólo que no son para la señora Piedra de Ibarra, sino para alimentar a todo el personal, que son más de 50. ¡Sí cómo no!
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