Estos reciben dos mil pesos o hasta tres mil pesos cada dos meses. Pues resulta que el mal logrado secretario de Educación ahora sale con la noticia que estas becas se ampliarán también para aquellos que han sido víctimas de violencia o secuestro.
Significa que, si algún alumno sufre la pérdida de un familiar por ser levantado o secuestrado o, en el caso de feminicidio, la victima indirecta recibirá un solo pago de cinco mil pesos. ¡Vaya!, una verdadera burla al dolor de la víctima indirecta. Ni hablar, así se las gasta el de Río Blanco, que ya no sabe cómo jalar reflectores.