¡La pobreza exige justicia!

Expresidentes de México FOTO: WEB
- en Opinión

Irineo Domínguez Méndez / En lo particular, a mi me importa un bledo lo que digan quienes se oponen a que los expresidentes sean juzgados. Igualmente, me parece un intento de obtención de raja política el “recabar” millones de firmas para evaluar la procedencia o no del enjuiciamiento propuesto por AMLO. Quien tiene que cumplir su trabajo es la PGR y la Unidad de Inteligencia Financiera, en virtud del enriquecimiento demostrado por tales expresidentes. Si es comprobable cualquier ilícito, que actúen en consecuencia; si no, que se olviden de la raja política. Ya bastante tiene la población con la extendida cuarentena que lacera sus bolsillos y la empobrece más.

La coyuntura política se presta para crear con facilidad cortinas de humo que impiden ver la realidad vivida por millones de mexicanos: el incremento de su pobreza. Más, esas cortinas tienen vida efímera; finalmente, la realidad se impone. Las consecuencias del desfalco, efectuado por expresidentes, son fácilmente comprobables y los pactos políticos también. El problema reside en identificar quiénes si cumplen con su trabajo y quiénes no. El resultado de esta observación nos lleva a descubrir que la praxis política se impone a la justicia.

Los mexicanos sabemos cuáles expresidentes nos dieron en la torre: desde Salinas hasta Peña Nieto la pobreza se incrementó en virtud del saqueo de las arcas públicas. Las inexplicables riquezas que tienen esos expresidentes es un insulto constante para todos los mexicanos. Reitero, eso lo sabemos casi todos. Entonces, lo que nos falta saber es hasta cuándo serán enjuiciados; queremos conocer a quien, ostentando el poder, tenga el valor de llevarlos ante la justicia, porque “de lengua, me como hasta el plato”.

Resulta una falsa disyuntiva proponer a la población una pregunta con respuesta obvia. Es dilatar la toma de decisión por parte de quien sí puede decidir llevar a juicio a esos personajes. En pocas palabras, ¡es hacerse pendejo! El pueblo no merece ser traicionado de esta forma; los representantes populares tienen que ser firmes y concretos al solicitar juicio político contra quien proceda. Casi se puede afirmar, que el senado, la PGR y la UIF tienen las pruebas suficientes para hacerlo.

Ciudadanos de otros países se preguntan porqué razones México no es una potencia mundial; la respuesta que tenemos todos a esa pregunta también es conocida: por tener gobiernos corruptos e impunes. ¿De qué nos sirve confiar en quien dice no mentir, no robar, no traicionar, si del pasado cercano se olvida o utiliza en beneficio propio para ocultar problemas irresueltos? De ahí surge la idea de la raja política: señalar de todos los males presentes y pasados a gobiernos anteriores; sin hacer nada al respecto es asumir una posición kafkiana: usar la conversión de juzgador al estilo Pilatos, pues, utiliza la historia como agua para lavarse las manos.

Es mi opinión, al observar su desempeño respecto a la consulta, que le gusta jugar al gato y al ratón. Primero fue con el caso Lozoya, mismo que ha pasado a segundo plano; ahora es la consulta para solicitar o no juicio político contra expresidentes. Más, las investigaciones en contra del primero enunciado no parecen avanzar o, en su defecto, la PGR y la UIF dosifican la información, contribuyendo con ello al juego del Presidente. En el segundo caso, medios de información – que dicen criticar las políticas de AMLO -, se benefician al “explotar” la nota referente a la consulta y, con tal conducta, se suman al juego citado.

¿Cuánto dinero habrán sustraído los gobiernos ejercidos de 1988 al 2018? ¡Seguramente fueron pinchemil millones! Todo fue bien planeado; inició a través de las privatizaciones de las empresas propiedad del gobierno, como FNM, Dina, los bancos, Fertimex, ingenios azucareros, inversión privada en CFE, etc. Continuó con el Fobaproa y otra bola de ching….s. Se beneficiaron empresarios y gobernantes. El pueblo fue el jodido. AMLO debe satisfacer la demanda de “los de abajo”: ¡los pobres exigen justicia!, ¡juicio político a expresidentes sin consulta!

Otro sí digo. – Grupos existentes al interior de Morena no respetan la institucionalidad; al desdeñar a su dirigente estatal, se avizora una crisis del Partido. Si el Uno no interviene en un pacto de unidad, pagará los platos rotos.

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