Tras el caso surgieron dos detalles que han llenado de horror a la comunidad, uno es que, la herramienta para cometer el crimen fue un ladrillo con el que la golpearon a la víctima en la cabeza y un objeto punzocortante con el que le realizaron la incisión en el vientre. El segundo detalle es que en el crimen estaba implicado el esposo de la asesina y ambos pretendían quedarse con el bebé haciéndolo parecer como si fuera de ellos.
Una vez que asesinaron a Flavia, por la mañana del día siguiente, la pareja llevó al recién nacido al Hospital de Niños Joana de Gusmão, en Florianópolis, donde Rozalba dijo que tuvo un parto de emergencia en su casa. La pareja fue descubierta gracias a las enfermeras que sospecharon de la historia que Rozalba les contaba. La pareja fue detenida y trasladada a la Comisaría de Tijucas, donde se investigan el crimen. La bebé sufrió heridas en su cuerpo y permanece bajo cuidados en el hospital.