Como el Dr. Fausto, no le importaría vender su alma al diablo como lo está haciendo. En enero de 2018 Noroña acusaba al diputado Mauricio Toledo, lo llamaba asesino, responsable de la muerte de Martha Patricia Reyes y pedía que fuera desaforado. Pero ante la necesidad de tener más diputados que el PRI para tener derecho a la Presidencia del Congreso, entonces se olvida del agravio y lo besa en la mejilla derecha. Mauricio Toledo agradece a su amigo Fernández Noroña, quien lo acusara de asesino, por la invitación a incorporarse al PT, y no sólo eso, sino a ser parte de los órganos de dirección partidaria.
Noroña conoce lo que es el hambre, el hambre del poder, y ahora que tiene oportunidad, como los berracos encerrados en la mediocridad, los sueltan y se tragan la porquería que les pongan enfrente.