Es Emilio Lozoya el que acusa, no Ciro Gómez Leyva, a Miguel Barbosa, gobernador de Puebla y exsenador de la República. Ciro Gómez Leyva sólo da a conocer la declaración de Emilio Lozoya en donde señala que Barbosa fue uno de los legisladores a los que entregó sobornos para sacar adelante la Reforma Energética. De acuerdo con Animal Político, «Lozoya recibió la indicación de atender las peticiones de Miguel Barbosa, las cuales consistían en trasladar a su hermano, trabajador de Pemex, de una terminal de almacenamiento en Guerrero a las oficinas centrales de la Ciudad de México, y de ser así, no armaría una revuelta por parte del PRD para la aprobación de la Reforma Energética, así como la entrega de 100 mil dólares».
Por supuesto, ante estos señalamientos Miguel Barbosa, muy a su estilo, se deslinda completamente de cualquier acusación. En un mensaje vía Twitter señala: «En relación a lo informado por @CiroGomezL en su noticiero nocturno de Grupo Imagen, vuelvo a manifestar que nunca tuve ningún contacto con Emilio Lozoya, cuando él fue director de Pemex, nunca hablé con él telefónicamente, menos lo vi personalmente».
Por supuesto, eso de que nunca tuvo de frente o nunca dirigió la palabra Barbosa a Lozoya nadie se lo cree, pues hay evidencia gráfica de que tuvieron algunos encuentros. Por ello, Barbosa debería de cuidar esos “nuncas”, pues ya sabe lo que dice la conseja: «Nunca digas nunca jamás».
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