La bebida gaseosa y la salud

Oaxaca prohíbe la venta de refrescos a menores de edad FOTO: WEB
- en Opinión

Alberto Calderón P.* / El origen de los refrescos gaseosos embotellados data de finales del siglo XIX, primero aparecieron los de color serio.

Durante la segunda guerra mundial la mezcla para hacer agua carbonatada y el azúcar escasearon en Europa, se experimentaron variados productos como la mezcla del suero de la leche y otros, los empresarios norteamericanos de los refrescos de color negro indujeron a su personal a utilizar la imaginación que en alemán es (“fantasie”), que su sabor fuera fantástico (fantastich), al terminar la guerra se dejó de producir, retomando nuevamente su sonoridad ahora con sabor naranja de ahí surge otra popular bebida gaseosa. Pasado el tiempo se multiplicaron las marcas, el consumo y los daños a la salud.

En una publicación reciente del rotativo El país, nos indica que en México cada año fallecen hasta 41 mil personas por los problemas que les causa el consumo de refrescos u otras bebidas azucaradas. Pero de sólo conocer las cifras que son alarmantes en el consumo por persona al año, uno se sorprende, tan solo de Coca cola son 225 litros, uno de los empleados que contribuyeron a que esta marca fuera la de mayor consumo en el mundo fue uno de los expresidentes de nuestro país Vicente Fox.

Para tener una idea del consumo de azúcar que tanto daño ocasiona a los mexicanos mencionaré otro dato que impacta: el 69% de nuestro consumo lo proporciona las bebidas azucaradas y no de los alimentos tradicionales, por eso un agua de limón, naranja, uva o cualquier fruta es mucho más saludable que cualquier refresco.

La Universidad Estatal de Ohio por medio de su investigador Gary Wenk dice que los refrescos están hechos con la cantidad justa de enducorante, cafeína y carbonatación para que siempre la quieras, una lata normal de Coca cola cuenta con el equivalente a 10 cucharadas chicas de azúcar que es más de lo que deberíamos consumir en un día, el cerebro lo confunde como una recompensa generando la liberación de dopamina y como resultado sentimos euforia, el estímulo desaparece de inmediato dejando al cerebro con ganas de mas cantidad, nos dice el investigador. Aunado a esto el efecto de la cafeína también juega un papel activo en la generación de dopamina y es uno de los más adictivos como lo menciona Marilyn Cornelis de la Universidad de Northwestern, el tercer factor que contribuye a la ingesta del líquido dañino es su efecto efervescente, la carbonatación tiene una pequeña cantidad de acidez haciendo pasar al azúcar a un segundo plano, disminuyendo lo dulce del sabor. El caso de los endulzantes artificiales es lo mismo abren los receptores que registran el azúcar preparando al cerebro para una recompensa que nunca llega pero si creando mayor necesidad y buscando otro refresco más, nos han hecho creer que un refresco de dieta es más saludable con ello se vuelve adictivo, el espacio es corto y mucha la información pero antes de despedirme les comentaré que existe un gen conocido como FTO, este se asociaba al menor riesgo a la obesidad pero curiosamente tiene mucha afinidad con las bebidas gaseosas lo que nos hace beber una cantidad mayor de refrescos, así que si quieres cuidar tu salud debes dejar esas bebidas por completo si no quieres tener problemas cardiacos, diabetes tipo 2, obesidad y otros trastornos. Un equivalente que te podrá ayudar cuando tienes sed es tomar un te frío sin azúcar, este estimula los antioxidantes y combate las enfermedades.

 

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).

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