¡Bien planchado el SNTE!, al menos no se ve ni se siente la presencia de un sindicato fuerte y vigoroso, que no sólo defienda los derechos laborales, sino que debe dejar muy claro cuál es la postura del maestro ante la intentona del Gobierno Federal de endosar la responsabilidad a las televisoras de educar a millones de alumnos. Lo que el Gobierno Federal olvida, o no quiere entender, es que el maestro tiene absoluta libertad de dar sus clases de acuerdo a su planeación y a los resultados que le arrojen los exámenes diagnósticos que previamente aplicaron a sus nuevos alumnos, o a los que tuvo con anterioridad.
Se debe entender que las televisoras sólo trasmitirán información y contendidos pedagógicos, la verdadera tarea de desmenuzar dicha información y convertirla en conocimiento será tarea privativa de los docentes que cuentan con las herramientas pedagógicas necesarias para hacerlo.
El SNTE no debe mostrar una postura lacayuna ante la SEP, el sindicato debe entender que representa los intereses de más de millón y medio de agremiados que quincenalmente le descuentan el uno por ciento de su salario, según etiquetado como cuotas sindicales. Si el SNTE de Cepeda Salas sigue siendo timorato y complaciente, tenga por seguro que tarde o temprano las bases magisteriales se los recordarán y eso será en las urnas de renovación sindical.
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