Un día Luis salió de su casa para dar un paseo. En el camino Luis se encontró con otro joven el cual al verlo le empozó a decir que era una decepción para su familia y para todos los que vivían en dicha comunidad. Luis no hizo caso de los insultos que le decían y siguió caminando.
El joven que lo insultaba al ver que Luis no le hacía caso ni le afectaban sus palabras, tomó su machete y empezó a atacarlo. En el ataque Luis perdió su brazo de un machetazo que le asestó su agresor. La policía detuvo al agresor y fue puesto en prisión, más a las pocas horas después lo dejaron en libertad debido a que hubo fallas en el protocolo de detención. Luis ahora se encuentra recolectando dinero para poder comprar una prótesis y mientras tanto, su agresor anda como si nada hubiera hecho.