Cada frasco cuesta cinco euros, pero parte de las ganancias recaudadas ira a una organización que se encarga de mejorar la vida de animales en cautiverio. Este extraño negocio apareció luego de que los espectadores del circo pidieran a los dueños que les vendieran un poco de excremento de león que, según sus compradores, tiene muchos usos como, por ejemplo, alejar a los gatos del jardín.
“Me dijeron que mantiene a los gatos alejados del jardín. Y desde entonces hemos descubierto que también mantiene a los animales alejados del coche, donde se comen todos los cables eléctricos”, expresó Martin Lacey domador de leones.