Galos 85% de alumnos con internet; México 44%
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / CADA VEZ que el presidente Andrés Manuel López Obrador recibe un reclamo legítimo de la sociedad, sobre todo si proviene de militantes de otros partidos, califica el hecho de “politiquería” sin darle la importancia que amerita, aun cuando se trata de vidas humanas en riesgo. El jefe de las instituciones federales se saca de esa manera la responsabilidad de gobernar para todos, de atender las demandas más sentidas y esmerarse, sobre todo, en brindar salud –con medicamentos suficientes para combate al cáncer y otros males-, educación gratuita, garantizar el empleo y procurar seguridad, rubros en los que suele lavarse las manos dando a entender que lo atacan porque combate con todo la corrupción, argumentando que en su gobierno no hay privilegios ni alianzas con delincuentes, esto tras la detención de El Marro –aunque el caso de Emilio Lozoya Austin muestre lo contrario-. Y ahora que los gobernadores aliancistas exigen la renuncia del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell por considerar que está ocultando cifras de muertos y contagios por CoVid19, que no está respondiendo como debería ser sino a instancias y ordenanzas del Presidente, AMLO lo defiende, contradice a los mandatarios estatales y soslaya que, al menos en números oficiales –aunque la cifra negra podría ser el doble o triple- hay ya -o había hasta la noche del lunes- 48 mil 12 muertos con un promedio de más de 500 diariamente solo por esa enfermedad, mientras que el acumulado era de 443 mil 813 contagiados. Y a todos esos casos se agregan 79 mil 30 sospechosos –mal llamados de esa manera para evitar agregarlos a la cadena de contagios-, mientras que 480 mil 645 aún esperan los resultados de la prueba a la que se sometieron. En Veracruz donde, también, se ocultan cifras, los positivos eran hasta anoche 22 mil 006 en 198 municipios –lo que indica que solo 14 municipalidades se han librado hasta el momento del CoVid19-, con 340 nuevos casos que no es poca monta en un solo día. Y si bien la Secretaría de Salud reportó el lunes por la noche 1 mil 478 activos, lo cierto es que 3 mil 740 pacientes se encuentran en vigilancia. Y si de muertos se trata, han fallecido 2 mil 875 personas en 149 demarcaciones y 2 mil 816 son sospechosos portadores del virus en 139 municipios. Pero en Veracruz no hay protestas del gobernador Cuitláhuac García Jiménez porque se trata de un adoctrinado que sigue ciegamente a su líder, y aunque sigan falleciendo personas al mandatario le tiene sin cuidado como casi todos los problemas de la Entidad, incluido el creciente abuso policial, las prácticas de nepotismo en las dependencias, “moches” y otros temas que, si no fuera por la protección de López Obrador, Veracruz ya sería presa de una veintena de auditorías.
PERO NO es el caso de nueve gobernadores que conforman la denominada Alianza Federalista que solicitan un trato directo con el Jefe del Ejecutivo Federal y no solo con López Gatell; son los mismos que demandaron la renuncia del Subsecretario, y ante el llamado a dialogar sobre un tema que es de vital importancia para los gobernados como es la contención de la pandemia, López Obrador anuncia que se reunirá con la Conago en 10 días en San Luis Potosí como parte de la siguiente gira de trabajo por el centro y noreste, aunque no sin antes dejarles ir una estocada innecesaria al argumentar que siempre ha estado abierto al diálogo con los gobernantes, pero como se acercan las elecciones hay “alboroto” en los estados. “Siempre hay diálogo. Hay que decirlo, vienen las elecciones y entonces hay ruido, bulla, alboroto, como pasa en cualquier país del mundo, pero nosotros vamos a seguir actuando con responsabilidad”, algo que a decir verdad, es como un desprecio a los gobernados representados por sus gobernadores, sobre todo porque el tema a tratar es el combate a la pandemia, algo que al Presidente no le importa y lo demuestra con su desdén al uso del cubrebocas y gel antibacterial, lo que manda un mal ejemplo al “pueblo bueno” que lo imita, y que está pagando las consecuencias de creer que a ellos, como al Presidente no les pasará nada.
DICE EL PAN -en voz de su dirigente, Marko Cortés- que existe una especie de complicidad criminal entre el presidente López Obrador y el subsecretario López-Gatell por el mal manejo de la pandemia, ya que si desde el inicio se hubiera actuado de otra manera, la crisis se traduciría en menos personas fallecidas. “Es una complicidad criminal entre López Obrador y López-Gatell en el manejo de la pandemia, se trata de vidas que pudieron haberse salvado si se atendía bien el tema”, y por ello Acción Nacional está empecinado en la renuncia del galeno, algo a lo que no cede el mandatario porque considera que si lo hace parecería un mandatario débil, cuando en realidad la pandemia requiere de otro tratamiento, pues las consecuencias se observan en casi 2 millones de personas que han perdido sus empleos; en alumnos de educación básica que tendrán que iniciar el ciclo escolar 2020-2021 a distancia, carentes de lo indispensable como son computadoras o tablet, internet y, en muchos casos, de televisión, lo que permite vislumbrar un año escolar perdido.
PERO EL Presidente se auto alaba y dice que las políticas del Gobierno Federal –su gobierno- ya son ejemplo en el mundo y son retomadas por otros países, aunque hasta el momento, que se sepa, ningún gobierno ha abierto la boca para decirlo, lo que convierte la alabanza en boca propia en vituperio. Pero AMLO insiste: “En el mundo ya se está siguiendo el ejemplo de México. Acabo de leer que en Francia ya se está llevando a cabo el programa de apoyo a los jóvenes, lo que estamos haciendo nosotros”. Lo que no dice López Obrador es que en México solo 44 por ciento de los estudiantes de educación básica tienen acceso a internet, mientras que en Francia es el 85 por ciento.
NO ES secreto que Francia cerró todas las escuelas, colegios, institutos y universidades el 16 de Marzo para ayudar a detener la propagación del coronavirus, pero a partir del 11 de Mayo comenzaron a abrir progresivamente, aunque en cierto sentido, Francia estaba bien posicionada para el cambio a distancia, ya que en 2016 su plan digital para la educación y su reforma curricular crearon bancos de recursos digitales (BRNE). Éstos incluían actividades y clases y permitían el seguimiento y la evaluación de grupos o estudiantes desde el 4º grado de la escuela primaria hasta el 3º grado del primer ciclo de secundaria. En México los estudiantes no solo carecen de internet sino de computadoras o tablet y en muchos casos hasta de televisores, por lo que las comparaciones resultan absurdas y, peor aún, decir que países de primer mundo megacomunicados ya imitan sus programas. Vaya vanidad presidencial. OPINA [email protected]
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