El siguiente caso ha generado indignación y tristeza por la crueldad cómo sucedieron los hechos. A medida que esta noticia surgió, muchos se han cuestionado la forma cómo la ley actúa en contra de los menores de edad asesinos. Christopher, un niño de seis años, vivía en la colonia Laderas de San Guillermo en Chihuahua. Le decían el Negrito. La autopsia indicó que murió por asfixia, estrangulación y puñaladas. En el costado derecho de su cuerpo tenía 22 puñaladas y adentro de la bolsa derecha de su pantalón, como un sello de su infancia, un carrito azul con el que solía jugar.
El día que ocurrieron los hechos, Valeria, una de sus vecinas, encontró a Christopher y le propuso que fuera con ella a tirar al barranco a un perro moribundo. En el camino encontraron a Jesús David y a los hermanos de la niña, Jorge Eduardo e Irving. Entre todos decidieron pasar por Alma Leticia a su casa para que los acompañara.
Llegaron al barranco y mataron al can, primero a pedradas, luego con un cuchillo que llevaba Alma Leticia. Luego le pusieron la cadena al Negrito y empezaron a arrastrarlo. Entre todos mataron Christopher y se deshicieron el cuerpo. La madre del niño nunca dio con su paradero hasta que uno de los asesinos confeso todo, dijo que en las noches se le aparecía Christopher y esto lo llenaba de espanto. Al confesarlo todo, las autoridades únicamente dijeron que los asesinos estarán a cargo del DIF por ser menores de edad.
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