Desde que dio inicio el coronavirus el país de Marruecos decidió estar cuatro meses en confinamiento total y siguiendo las medias sanitarias correctas para controlar el contagio. Fue por este motivo que se convirtió en uno de los países con mejor obediencia y debido a eso han retomado ciertas actividades que se mantenían clausuradas. Una de estas actividades que se retomaron fueron los partidos de futbol, pero el virus les ha recalcado que aún no es momento de bajar los brazos. En un partido de la segunda división de Marruecos, en el cual se enfrentaban los equipos de Wydad y Kénitra entraron al campo militares del ejército para detener el partido.
Los elementos del ejército frenaron el juego repentinamente, porque se habían enterado que algunos de los jugadores estaban contagiados. Cuando el árbitro vio lo que sucedía, se negó a la petición del ejército. El árbitro se arrepintió al ver que los soldados hablaban muy en serio.
El partido se detuvo en ese mismo momento y todos los jugadores, así como árbitros, fueron obligados a hacerse la prueba. En los resultados, uno de los clubes mencionó que dos de sus atletas profesionales habían dado positivo, afirmando que la decisión de suspender el partido había sido correcta para no provocar más contagios entre los integrantes de dichos equipos. Aún no era momento de bajar los brazos.
Segunda división de Marruecos 🇲🇦. El Wydad Temara recibe al Kenitra. Las fuerzas de seguridad obligan al árbitro a suspender el partido porque sospechan que varios jugadores del equipo visitante tienen COVID. pic.twitter.com/Q1yNh5T8NT
— Nahuel Lanzón (@nahuelzn) July 29, 2020
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