Sergio González Levet /
Día tras día,
solo en la colina.
El hombre con un gesto ingenuo
permanece perfectamente quieto.
Pero nadie quiere conocerlo.
Saben que es sólo un tonto
y él nunca les da respuestas
Pero el tonto en la colina
ve el sol atardecer
y los ojos en su cabeza
ven al mundo girar.
Va por buen camino.
Su cabeza está dentro de una nube.
El hombre de las mil voces
habla perfectamente claro.
Pero nadie escucha nunca lo que dice
o ese sonido que emite.
Y al parecer él nunca se percata de ello.
Pero el tonto en la colina
ve el sol atardecer
y los ojos en su cabeza
ven al mundo girar.
Y parece que nadie lo quiere.
Adivinan lo que él quiere hacer
y él nunca muestra sus sentimientos.
Pero el tonto en la colina
ve el sol atardecer
y los ojos en su cabeza
ven al mundo girar.
Girar y girar y girar y girar y girar.
Y él nunca los escucha.
Piensa que los tontos son ellos.
No lo quieren…
El tonto en la colina
ve el sol atardecer
y los ojos en su cabeza
ven al mundo girar.
Oh, oh, oh.
Girar, girar, girar, girar, girar.
(Versión libre por la maestra Mariana González de León de The Fool on the Hill, canción de Paul McCartney escrita en 1967).
Comentarios