México es, a nivel mundial, primer lugar en obesidad infantil; en obesidad adulta estamos en los primeros lugares, debajo de los Estados Unidos. Esta pandemia de obesidad se debe a la gran oferta de comida chatarra que se ofrece en la televisión y que se lleva a las escuelas, donde los alumnos en las horas de receso se la pasan comiendo papas fritas de bolsa, churritos de maíz y bebidas azucaradas.
Estos productos dejan millones de pesos a los anunciantes, millones de pesos a las autoridades educativas, quienes hacen con las empresas Barcel, Sabritas, Coca Cola y Pepsi convenios de exclusividad, como el que pretendió llevar a cabo el secretario de Educación de Veracruz. Cada empresa que quiera vender su producto en las tiendas escolares tiene que ofrecer una mochada a las autoridades escolares, las cuales no tienen escrúpulos en permitir que productos altos en grasa, sal y azúcar sean consumidos por los alumnos.
Ahora, con la pandemia del coronavirus nos damos cuenta de la importancia de la buena alimentación, una buena alimentación que evitaría la obesidad infantil, adulta y enfermedades como la diabetes y la hipertensión. En países como Inglaterra están dispuestos a lanzar una guerra en contra de la comida chatarra, ¿en México cuándo?
Comentarios