Juan David Castilla Arcos / Coatepec, Ver. Especies de orquídeas en peligro de extinción son afectadas por la invasión de 2 mil hectáreas en la Sierra Alta del municipio de Coatepec.
Integrantes del Movimiento por la Defensa de la Sierra en Coatepec dieron a conocer de que una de esas especies es Acineta barkeri, mejor conocida como “Jicote”.
La situación actual de esta orquídea es considerada “alarmante”, pues todas las localidades donde reside muestran signos de alteración debido a que los bosques han sido desmontados para cultivo o la extensión de potreros.
La destrucción del hábitat ha catalogado al “Jicote”, desde hace varios años, como una especie “amenazada” en peligro de desaparecer a corto o mediano plazo, según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-2010 de Protección ambiental.
Sin embargo, los invasores -integrantes de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC)- pretenden despojar de sus tierras a unos 500 propietarios que cuentan con escrituras y que han luchado por la conservación del entorno ecológico.
«Los propietarios, sabedores de la importancia de sus predios y de lo primordial de que se conserven sin alteraciones, han mantenido gran parte de la sierra intacta. Sin embargo, la supervivencia de esta epífita en Coatepec, se encuentra hoy más que nunca en peligro debido al aclareo de bosques que el grupo de invasores de la CIOAC ha venido ejerciendo desde principios del 2019 y pretenden continuar», se lee en un comunicado del Movimiento por la Defensa de la Sierra.
El grupo que busca defender el predio Jinicuil reprobó tajantemente la postura del líder de la CIOAC, Francisco Ruiz Hernández, quien ha mencionado que en las 2 mil hectáreas no hay bosque.
«Queremos las 2 mil hectáreas, somos 150 campesinos. Nosotros queremos las tierras para sembrar. Allí no siembran nada, nada más está el monte», fueron algunas de sus palabras el pasado miércoles 22 de julio, cuando encabezó una protesta en el centro de Xalapa para que les permitieran quedarse en los terrenos.
Sin embargo, los defensores de la Sierra opinaron que destinar áreas de la montaña para cultivo o para viviendas pone en riesgo no sólo la dotación del agua para los coatepecanos, si no también, atenta contra la vida silvestre de flora y fauna que cohabitan la sierra.
«Los propietarios han cumplido exitosamente con la conservación, por ello exhortamos a las autoridades ha hacer su parte, defendiendo la montaña de los invasores, respetando los usos de suelo y protegiendo la paz y la propiedad, así como no permitiendo ni respaldando cualquier acto de abuso de funciones fundamentado en procesos viciados que atenten contra la vida, el equilibrio y los servicios ambientales de la montaña», expresaron.
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