De acuerdo con varios medios deportivos, el jugador dio positivo a la prueba de Covid-19 el pasado primero de julio, y pese a que el club estuviera informado de su estado de salud, el Toluca lo cito a entrenar a Metepec, poniendo en riesgo a jugadores y cuerpo técnico, así como a todo aquel que estuviera cerca del jugador.
Tras esto, el defensor argentino demandará al club por un millón 200 mil dólares ante la Federación Mexicana de Fútbol, y en caso de que no le resuelvan el caso, el jugador acudirá ante la FIFA. Sin embargo, el conjunto “Chorizero” no se quedará de brazos cruzados y arremeterá contra el jugador sudamericano por según ellos “dejar mal parado al club”.