El Mayo Zambada estaba muy a gusto con el trabajo del Chino Ántrax que, en vez de obedecer la orden del Chapito, sacó al chino temporalmente de Sinaloa. El chino Ántrax tuvo la ayuda de su patrón, pero llevaba una encomienda. Debía asesinar a Francisco Arellano Félix, líder del Cártel de Tijuana. Una vez cumplida a la encomienda escaparía a Ámsterdam, Holanda, pero antes de emprender el vuelo fue capturado.
El Chino Ántrax fue sentenciado en EEUU a cinco años de cárcel, los abogados lograron que se le fijara prisión domiciliaria en San Diego, California. Sin embargo, cometió el grave error de regresar a Culiacán, donde tenía cuentas pendientes con Iván Archivaldo Guzmán. Esta decisión la pagó con la vida. La información señala que el Chino Ántrax se escondió en la colonia Guadalupe Victoria, al oriente de Culiacán, lugar controlado por Los Ántrax. Pese a ello, El Cártel de Sinaloa lo secuestró en medio de una lluvia de balas, lo golpearon y lo mataron junto con su hermana y su cuñado el pasado 16 de mayo. Ante la muerte del Chino Ántrax, el Mayo Zambada no pudo hacer nada.