La verdad es que, pactado desde España, Emilio Lozoya no habría de pisar la cárcel, sino que iría directo a un hospital cinco estrellas, esos que tienen hasta jacuzzi, pantalla 4K, sala para visitas y menú exclusivo para pacientes VIP.
Resulta que los doctores que como le dolía la pancita a Emilio Lozoya y como venía muy pálido, pues pensaron que tenía anemia y problemas en el esófago y por ello no lo llevaron a una celda, sino a un hospital, para que pase sus primeros días, y tal vez los segundos, y tal vez toda su reclusión, en una celda hospitalaria que ya quisieran millones de personas que viven en pobreza extrema. Así con la 4T, que criticaba los montajes de Genaro García Luna y ellos resultaron igualitos.