Los hechos ocurrieron en una aldea en la región de Gogunda, en la provincia de Ranyastán, en India. Posteriormente la familia de la bebé se llevó el cuerpo hasta el lugar donde la sepultarían, sin embargo, ya con el pozo avanzado, la bebé comenzó a llorar repentinamente. Los familiares se percataron de los llantos de la bebé y de inmediato la llevaron de regreso al hospital donde la habían dado por muerta. Lamentablemente, como había sido tratada como un cadáver y puesta en una bolsa, la salud de la pequeña rápidamente se deterioró perdiendo la vida.
Ante este caso dijeron que los culpables eran los doctores del hospital donde la mujer dio a luz. Ellos fueron los culpables por haber metido a la niña a una bolsa pensando que estaba muerta. Los doctores abogaron diciendo que la niña no tenía signos vitales, por eso dieron por sentado que estaba muerta. Las autoridades dijeron que investigaran el caso para ver si los doctores tuvieron la culpa.