El burro tocó la flauta por pura casualidad, pero eso no le convirtió en músico. Esta fábula nos enseña que todos, alguna vez, hacemos las cosas bien sin pretenderlo, pero que lo realmente importante es intentar aprender lo que nos propongamos poniendo verdadero interés y pasión en ello. El hecho de que Zenyazen Escobar este ocupando el puesto de secretario de Educación, no significa que realmente lo sea, todos los veracruzanos, especialmente los maestros, saben que llegó al puesto gracias a las migas y cuitas con el también improvisado gobernador de Veracruz.
Resulta que el endeble funcionario de la Cuarta Transformación jarocha declaró lo siguiente: «Si en cierto momento no se regresará en forma presencial, tenemos las condiciones para hacer un regreso virtual…», ¡tenemos dijo el otro! Este señor pasa por alto que la gran mayoría de los hogares en zonas rurales y en áreas de la zona metropolitana de alta marginación, no cuentan ni con los servicios más indispensables. Además, Zenyazen Escobar desconoce lo que significa una clase pedagógica aceptable, ya que el señor nunca llevó en sus clases de comunicólogo la asignatura de Didáctica o de Teoría del Aprendizaje.
Desconoce que una clase virtual jamás llenará el vacío de una clase presencial con un maestro presente. Pero haciendo énfasis en lo dicho por el oriundo de Río Blanco, de que en Veracruz existen las condiciones para un regreso virtual, esa es una completa mentira. En Veracruz no hay infraestructura sólida de internet y, la que hay, como la de Total Play de buena calidad, muchas veces no está al alcance de todos. Además, hay muchos hogares que no cuentan con una computadora y en muchos casos no tienen ni luz eléctrica. O acaso ya se le olvidó en qué condiciones estaban los alumnos de la telesecundaria donde supuestamente daba clases.
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