Según el economista y catedrático de la Universidad Veracruzana Jorge Acosta, en Veracruz 37.7 por ciento de los ciudadanos viven en pobreza laboral. En el cuarto trimestre del 2017 y el tercero del 2019 representaron los índices más altos de pobreza laboral alcanzando 54.8 por ciento. Entre los porcentajes de empleos formales se registró en el segundo trimestre del 2018 cerca de ocho mil 372, siendo éste el más bajo junto con el segundo trimestre del 2019, cuando ya gobernaba el actual gobernador Cuitláhuac García, que cerró con ocho mil 948 personas con empleos formales, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
A casi dos años de gobierno, no se alcanza a visualizar un plan sólido contra el combate de la pobreza. A pesar de que el Ejecutivo federal ha visitado más de 10 veces al estado, no hay un impulso muy claro para generar empleos. Todo ello, en un marco de inseguridad y violencia rampante, por ejemplo, en ciudades importantes como Coatzacoalcos, Córdoba y otras más, los empresarios han preferido cerrar sus negocios y no pagar derecho de piso que les exigen miembros del crimen organizado.
Desgraciadamente, el gobierno de Cuitláhuac García está quedando a deber y sólo se ha convertido en una fábrica de desempleados y pobres. Al menos las estadísticas así lo demuestran.
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