Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / DE MUCHAS partes nos informan cotidianamente: de la Cuenca del Papaloapan, Los Tuxtlas, de Tuxpan, Poza Rica, Papantla y municipios del Totonapacan, de la sierra de Chicontepec, de Zongolica y qué decir de las zonas centro y sur del Estado, y el comentario es coincidente: “esto es un hervidero de CoVid19; los hospitales están saturados y en algunos casos ya no atienden; no hay médicos, enfermeras y personal de apoyo suficientes, y los que están laborando no tienen insumos para su protección y la de sus familias”. Son clamores que nos hacen saber vía redes sociales, en mensajes o por llamadas telefónicas, y uno se pregunta ¿Quién miente? El Gobierno del Estado (y el Federal) a través de la Secretaría de Salud que aseguran que nada de eso es cierto puesto que han dotado de material suficiente a quienes reclaman, o las personas que están en la primera línea de combate a la pandemia que ahora, para variar, será muy larga, de tal suerte que “se va a tener que convivir durante mucho tiempo con ésta, incluso se puede hablar de años”, según la perspectiva del vilipendiado subsecretario de promoción de la salud, Hugo López Gatell, que ahora dice que los siguientes meses serán complicados, porque no se tiene una cura en específico y la época de otoño e invierno serán de contagio en México. El galeno tendría contemplado que la contingencia pudiese llegar a su final en Octubre, “pero se prevé que justo en ese mes y hasta Abril del 2021 haya que lidiar no solamente con el Covid-19 sino también con la influenza” por lo que “tenemos que entender que esta será una pandemia larga y además desde octubre de este año y hasta abril del siguiente, no solamente tendremos el Covid-19 sino que vendrá acompañado de la influenza”, un mal que hace 11 años causó muchos muertos y acaso no aprendimos de las mejores formas de prevención para evitar otros contagios, como ahora con el virus del SARS-CoV-2, aunque se le olvidó decir que en Veracruz, para colmo, seguimos lidiando con el Dengue, el mal que transmite el mosco Aedes Aegypti, y que hasta el 9 de Julio había infectado a 892 personas, de tal suerte que Jalisco, Veracruz, Michoacán, Tabasco y San Luis Potosí concentran el 61 por ciento de los casos confirmados.
Y NO puede mentir el personal de salud cuando hasta la noche del lunes había oficialmente un registro acumulado de 14 mil 35 veracruzanos afectados por CoVid en 182 municipios, refiriéndonos por supuesto a pacientes que han acudido a hospitales y les han confirmado el mal, sin embargo, la cifra negra podría multiplicarse por 10 y nos quedamos cortos. Y es que en solo 24 horas, entre domingo y lunes se agregaron 257 nuevos casos para un total de 1 mil 244 activos que en realidad podrían ser entre 12 y 15 mil con un grado de contagio preocupante, ya que existen además 3 mil 225 sospechosos. En Veracruz había reporte de 2 mil 23 fallecimientos que, insistimos, seguramente hay el triple o cuádruple si consideramos que la cifra de muertes sospechosas sigue siendo elevada y una incógnita, sin considerar los que mueren en sus hogares dejando en torno a sí un contaminadero que abruma y preocupa.
LO QUE mueve a risa en todo este asunto es que la Secretaría de Salud informa que “con el fin de reforzar la Estrategia Estatal contra el coronavirus, el Comité Técnico de Salud ha puesto a consideración del Gobernador
Cuitláhuac García Jiménez la aprobación del uso de gel antibacterial y desinfección periódica de las unidades de transporte”, cuando eso debería ser obligatorio para todos los camioneros y taxistas, aunque no se someta al criterio de un hombre neófito en la materia que hace como que gobierna. Vamos, quedó de anunciar acciones prioritarias el lunes, pero al parecer o se quedó dormido en la fastuosa Casa Veracruz que antes calificaba como cueva de corruptos, o de plano le dio flojera y solo se concretó a decir lo que ha venido repitiendo. Y es que es urgente que los alcaldes tomen al toro por los cuernos, y más allá de los derechos humanos se aboquen a tomar acciones determinantes para que las personas asuman acciones de prevención, claro está, dotándolos de cubrebocas suficientes, gel antibacterial y hasta guantes si se puede, ya que se gastan el dinero en otras cosas superfluas dejando a un lado lo vital.
EN VERACRUZ que se sepa, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez se ha concretado a combatir el Coronavirus con saliva, ya que no existe un programa que dote de insumos a la gente que menos tiene, como si le fuera oneroso repartir cubrebocas y gel antibacterial por millones, y el asunto no es complicado si se echa mano de reclusos, policías, bomberos y el ejército, y se les encomienda fabricar esos utensilios por el bien de todos, aunque el mandatario prefiere tomarse fotos en caminos que dice haber construido en su gobierno, cuando la mayoría de estos quedaron a medias o casi para ser terminados, con presupuestos aprobados y cuya obligación como titular del Ejecutivo Estatal era concluirlos, como lo está haciendo. Cuitláhuac, fiel a la tacañería de su jefe, ha dejado que el “pueblo bueno” se atienda como pueda, a sabiendas que en Veracruz casi un 70 por ciento de la población labora en la economía informal, y que como consecuencia de la Pandemia se han quedado sin ingresos ni siquiera para comer, y mucho menos para adquirir insumos para protegerse y proteger a la familia, lo que les expone a salir a ganarse la vida a la buena de Dios con los resultados que ya se conocen.
INSISTIMOS, EL personal de salud no miente, y desde principios de Abril se han manifestado médicos, enfermeras, camilleros, trabajadores de limpieza, nutrición y odontología del Estado por falta de insumos para enfrentar la pandemia bloqueando calles en diferentes municipios del Norte, Centro y Sur del Estado. El clamor generalizado era –y sigue siendo-: “No contamos con los insumos pertinentes para hacer frente a este problema de salud que se está suscitando; requerimos caretas, guantes, cubrebocas N95 y traje de protección para riesgos sanitarios”.
SI BIEN no existe un seguimiento mundial sistemático de cuántos trabajadores de la salud y de servicios esenciales han muerto después de contraer Covid-19, Amnistía Internacional recopiló y analizó una amplia gama de datos disponibles, y de acuerdo con la organización, más de 3 mil profesionales de la salud han muerto después de contraer la enfermedad en 79 países de todo el mundo, aunque, “la cifra podría implicar una subestimación significativa”. La situación es alarmante, sobre todo porque AI documentó casos de personal de salud que denunció problemas en las medidas de seguridad tomadas en el contexto de la respuesta al Covid-19, y que fue objeto de represalias que van desde el arresto y detención hasta las amenazas y el despido. Como fuera, México es el quinto País donde más trabajadores de la salud han perdido la vida a causa de la atención que brindaban a pacientes infectados de Covid-19, siendo Rusia el país con mayor número de personal de salud fallecido, con 545 especialistas; seguido de Reino Unido con 540 y Estados Unidos con 507. En cuarto y quinto lugar aparecen Brasil y México, con 351 y 248 muertes de profesionales de la salud, respectivamente. La situación es grave y que se vea, los gobiernos no están accionando, pues únicamente con discursos no podrá ser contenida la pandemia. OPINA carjesus30@hotmail.com