Edgar Hernández* / Por mandato supremo, una primera terna para magistraturas por desocuparse en seis semanas más, ha deslizado en Congreso del estado de Veracruz, entre las que figuran el doctor Jacobo Domínguez Gudini, Eduardo Andrade Rocha y, por supuesto, la recomendada del “Bola 8”, Ana Volga Moreno.
Otros nombres de abogados, jueces y jurisconsultos irán desgranándose a lo largo de los siguientes días para “sensibilizar” a la opinión pública veracruzana sobre quienes serán los mejores exponentes en el tema.
En esta oportunidad ha trascendido que la 4T, singularmente el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, están dispuestos a mostrar una cierta disposición de no acudir a los tarados de siempre que una vez investidos solo llegan a calentar el asiento tomando decisiones tan torpes que crean el efecto boomerag.
A final de cuentas, el Cuitláhuac le hace un favor a sus amigos, recomendados y aliados, pero su pésimo desempeño a la corta, solo se ha traducido en más piedras en el camino y descrédito para su gobierno.
Hay que insistir, sin embargo, en que algunas señales indican que están dispuestos a abrir el ostión más por conveniencia política que por el bien de Veracruz.
Las elecciones intermedias los tienen ocupados y preocupados ya que antes de 12 meses el futuro de Morena podría quedar marcado por el rechazo ciudadano.
Acaso por ello hoy andan a la búsqueda de equilibrios para evitar la reprobación del imaginario colectivo que abuchea, por la torpeza, toda decisión de gobierno.
Fieles al axioma de que el poder no se comparte, pareciera que a los morenos hoy no les queda más remedio que abrir una rendija.
Y qué mejor hacerlo en favor del Poder Judicial que con la llegada de una oscura abogada de Poza Rica, Sofía Martínez Huerta, en diciembre del año anterior a la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia, lo único que se logró fue incrustar a 200 amigos para pagar favores, pero cero resultados.
Los juzgados están de cabeza, los aviadores llegaron para quedarse, su venerable titular no sabe ni abrir una computadora por lo que entregó el poder a su hijo Guillermo Benjamín Díaz Martínez, quien ha creado un ambiente e confrontación y división que tiene anulada a la institución, amén de que ha puesto de cabeza a una chambita adicional que detenta como Presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
Será pues un refresco para el Poder Judicial el arribo de 6 u 8 nuevos magistrados, algunos de ellos, sin duda, recomendados por el “Bola 8”, como Ana Volga Moreno, Directora General del Centro de Análisis y Prospectiva Política de la Segob, la oficina -llamada “El palomar”- que se ocupa del espionaje político del gobierno.
La señora Volga trae currícula, pero más la cercanía de Eric Ciseneros.
El punto es que se espera, sin embargo, una apertura y que los especialistas entren al quite.
Ese es el caso de Jacobo Domínguez Gudini, un acreditado doctor en temas electorales y estudios en el extranjero sobre el Derecho y Constitucionalismo y con una maestría -ya tiene doctorado- en temas económicos y financieros.
Jacobo ha sido Consejero Electoral y ha servido a instituciones internacionales como la OEA en Washington.
Otro caso, que aunque pegado a Morena, trae un buen bagage curricular es Eduardo Andrade Rocha, actual Secretario Técnico de la Comisión Permanente de Procuración de Justicia de la LXV Legislatura local, con notable formación académica y cultural. Andrade fundó en el Poder Judicial la Contraloría General y fue el primer director en auditoría.
Otros nombres de media cuchara han sido citados con la intención de calentar al ambiente previo al lanzamiento de la Convocatoria de parte del Congreso, mismos que serán desgranados en los siguientes días.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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