Los futuros candidatos de Morena esperan que, dentro de unos meses, cuando la pandemia haya bajado un poco, los veracruzanos tengan hambre, mucha hambre; tanta hambre como para que les den el voto por una despensa. Esa es su estrategia, esa será su táctica. Por ello, desde ya, los aspirantes a las candidaturas están embodegando despensas, supuestamente entregadas por el DIF Estatal para que los futuros candidatos lucren políticamente con ellas.
Tal es el caso de Ana Miriam Ferráez, miembro del Cártel de Avanradio, Dorenhy García Cayetano, otra inútil en el oficio, y no podía faltar la “reina del nepotismo”, Rosalinda Galindo que entre sus sueños guajiros está llegar a ser presidenta municipal de Xalapa para poder meter no a 8, como ahora, sino a 80 parientes en nómina, y si se puede a 800. Ya la descubrieron, como descubrimos a Ana Miriam Ferráez, descargando despensas en sus bodegas o domicilios.
Estos son los que llegaron a cambiar las cosas, los que levantaron el estandarte de la honestidad, los que se envolvieron en la bandera de la Cuarta Transformación que, ha quedado claro, es una transformación de cuarta. Esperar a que los xalapeños tengan hambre para cambiarles una despensa por un voto, eso es no tener ni tantita madre.
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