Según el informe de la PI muchas de las bandas que hacen esto son extranjeras; al menos cinco bandas operan sigilosamente en los bancos de la Ciudad de México. El modus operandi es fácil, se coloca un gancho de metal donde entra la tarjeta y la ranura donde sale el dinero y así atorar a los billetes y las tarjetas para posteriormente esperar que la persona se vaya y cometer su acto.
“Hay que fijarse que no haya dispositivos extraños en los cajeros automáticos. No debe aceptarse ayuda de nadie, particularmente en la noche, si hay una pequeña discrepancia donde está colocada la carátula donde entra la tarjeta o donde puede salir el dinero, ahí hay un problema evidentemente”, señaló Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública de la Ciudad de México.