Qué significa ser profesor durante la pandemia del COVID-19

Qué significa ser profesor durante la pandemia del COVID-19 FOTO: WEB
- en Carrusel, Opinión

Luis Ortiz Ramírez/En estos tiempos llenos de incertidumbre, los maestros mexicanos respetamos las instrucciones y normas que el gobierno federal ha señalado, para evitar contagiarnos del virus más letal que ha llegado a tierras mexicanas. Sabemos que nuestros alumnos también padecen el encierro y sus consecuencias desde otro ángulo. Algunos lo viven desde un contexto de pobreza y carencias, otros lo sobrellevan con el apoyo de sus familiares. Es cierto que es, y que fue responsabilidad de ellos, que estuvieran al pendiente de las clases en línea, no obstante, los maestros no debemos olvidar que su hogar se hizo una extensión de la escuela, y que como maestros nuestro compromiso debe continuar, ellos necesitan ser comprendidos y escuchados.

Recordemos que, en esta pandemia, nuestra vocación principal es seguir enseñando, ayudar y orientar, esta no debe de cambiar, sigue siendo la misma. Solo que ahora nuestro apoyo y ayuda llega por un mensaje de whatssap o por una orientación mediante alguna aplicación tecnológica. Hoy más que nunca el maestro mexicano debe ser la piedra angular en este nuevo y novedoso proceso educativo, debe de asumir su papel en estos momentos históricos donde está en riesgo nuestra vida y la de nuestros alumnos.

Creo que es momento de demostrar que en verdad amamos nuestra profesión y que podemos hacer algo por los demás. No se trata de ser protagonistas emocionales, se trata de ser una luz en el camino de la incertidumbre, y de saber guiar a nuestros alumnos, es cierto, cada quien debe de cargar con sus propias responsabilidades, no obstante, por nuestra profesión, los maestros debemos ser los forjadores de nuevos paradigmas, debemos ser la punta de lanza que les muestre a otros, la ruta que se debe seguir para salir lo mejor librados de esta pandemia.

Veámoslo de esta manera, la llegada del Covid-19 tomo por sorpresa al mundo, las potencias más poderosas fueron puestas de rodillas, fueron exhibidos sus frágiles sistemas de salud, de economía y sobre todo, de educación. Pudimos darnos cuenta de la carencia de servicios básicos en las escuelas como es el servicio de agua y drenajes envejecidos. Hoy hay mejores ideas y buenas intenciones para mejorar esta realidad, sin embargo, desgraciadamente los gobiernos no cuentan con los recursos suficientes. Por esa razón, los maestros debemos ser más creativos e ingeniosos.

Esta crisis epidemiológica, nos debe obligar a cambiar, a evolucionar y a desechar esas actitudes negativas que tanto daño hacen al ser humano. Debemos buscar la manera de ser mejores docentes, d encontrarnos primero, para poder encontrar el camino por donde conduciremos a nuestros alumnos.

Debemos de comprender que es necesario tener un sano equilibrio, que nos señale cuando desconectarnos del celular y de la computadora, para poder disfrutar de nuestros seres más amados. Debemos dejar de lado el chabacanismo y mediocridad que en ocasiones se hace presente, dejar de creer que estamos de vacaciones, sino que estamos resguardados en casa por una emergencia, recordar que estamos encerrados para cuidar de uno mismo y de los demás.

Seamos más conscientes de los demás, más humanos, tratemos de ser mejores personas, debemos de creer que podemos ser mejores maestros, creamos más en nosotros mismos, respetémonos y respetemos a los demás.

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