César del Ángel se distanció en los 90 del entonces gobernador interino de Veracruz, Dante Delgado Rannauro, a quien acusó de ser “títere” del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari para “destruir” su organización con el fin de que no apoyara a Heberto Castillo en la contienda por la gubernatura veracruzana en 1992, en la que el candidato priista Patricio Chirinos resultó ser el ganador.
Se recordará que a consecuencia de su alejamiento del “poder”, César del Ángel fue detenido y encarcelado; desde esos años viene su animadversión hacia Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz. Yunes Linares era entonces secretario de Gobierno y, según César del Ángel, obstaculizó su liberación. Finalmente muere un hombre que hizo del chantaje su modo de vivir.