Lo suyo ha sido ver y dejar hacer. Pues mientras él está ausente, sus funcionarios se han dedicado a saquear cada una de las dependencias estatales. Cierto, Cuitláhuac ha inaugurado algunos reencarpetamientos, o la rehabilitación de alguna fuente, o el corte de listón de alguna carretera que a las dos semanas ya requiere reparación.
Pero si de verdad quiere informar algo el gobernador de Veracruz, que nos informe que ya corrió a su secretario de Gobierno, o al de Salud. Pero el caso es que no se atreve, aunque estos dos han causado mucho daño a su gestión. Y no se atreve porque le tiene miedo a Rocío Nahle.