Muchas personas celebran que a la presidencia de la República haya llegado un hombre casado con una mujer tan preparada como Beatriz Gutiérrez Müller; con tantos doctorados y libros publicados. Con ello desdeñan a las anteriores esposas de presidentes, comparando a Gutiérrez Müller con “La Gaviota”, esposa de Peña Nieto. Pero no todas han sido como Angélica Rivera ni como Beatriz Gutiérrez Müller. Durante el gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964) la primera dama fue doña Eva Sámano Bishop, quien fue conocida como “Madre Nacional”, “Gran Protectora de la Infancia” y “La Maestra de México”.
¿Por qué esos títulos? Señala su biografía que a principios de los años 60’s, «pocos se habían preocupado por resolver el problema de miles de niños que vivían en las calles sin padres y como indigentes. Doña Eva, fue distinguida por haber sido la fundadora del IMPI o Instituto Mexicano de Protección a la Infancia, (hoy DIF) y porque abrió un albergue en Tlalpan y Río Churubusco para darle techo y comida a niños de la calle. Fue la primera dama de México, que tuvo la iniciativa por apoyar a la niñez; la esposa del presidente que podía hacer ese tipo de obras sociales a favor de la niñez y la familia, también dio los desayunos escolares, a los niños costaba veinte centavos».
Se imagina usted a esta gran dama respondiendo: «No soy médico, a lo mejor usted sí. Ande, ayúdelos».
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