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¿Cómo laborar en centros penitenciarios sin contagiarse de Covid-19? (Reportaje)

Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. Marcela Lozano labora al interior del penal de Pacho Viejo, municipio de Coatepec, desde hace 22 años. Durante esta pandemia del SARS-COV-2 (COVID-19) es la encargada de checar la temperatura a los reclusos y proporcionarles gel antibacterial.

La señora, de unos 55 años, está adscrita al Departamento de Salud en el Centro de Reinserción Social (Cereso), ubicado a unos 13 kilómetros de Xalapa.

Desde que comenzó la contingencia sanitaria, en marzo pasado, le permitieron resguardarse en casa, toda vez que es diabética y el contagio de coronavirus podría ser fatal en su persona.

Sin embargo, de manera voluntaria, decidió regresar al trabajo apenas hace unos días.

«De hecho, acabo de entrar, porque desde que inició la pandemia no he estado. No fue obligatorio, me preguntaron que si podía venir a apoyar y dije que sí, que no había problema», relata.

Marcela porta cubrebocas, careta y lleva consigo un bote de gel antibacterial para desinfectar constantemente sus manos.

Reducen riesgo de contagio

Ella solo permanece en un área específica para no tener que ingresar, en su totalidad, al reclusorio.

Allí, también rocía un líquido desinfectante a cada persona que ingresa a la prisión, aunque el acceso no sea total y, en este momento, esté prohibido el contacto físico con los internos.

Durante el Día del Padre, el pasado domingo 21 de junio, repitió dicho procedimiento con los familiares que llevaron regalos, alimentos y dinero a los reos.

«Aquí es sanitizar cuando viene la visita, porque nada más vienen a entregar alimentos, dinero para sus familiares, entonces a la entrada se sanitizan, se les checa la temperatura y se les pone gel, y se sanitiza también todo lo que traigan».

Los visitantes tienen que permanecer en el área de Trabajo Social, donde son recibidos los artículos que serán entregados a los presos.

Marcela Lozano cree que no hay riesgo de contagio en el penal de Pacho Viejo, debido a que se han respetado las medidas sanitarias.

«Se sanitiza aquí, luego los empleados pasan y hay como una carpa y ahí también, como si fuera regadera, rocían todo para poder pasar, las veces que uno entre y salga hay que pasar por las mismas medidas».

Sólo “gripas normales”

La empleada recuerda que los internos tienen algunos insumos para protegerse de un posible contagio en dicho centro penitenciario, uno de los más grandes de la entidad.

«Tienen gel, tienen sus medicamentos, está el servicio médico, están los médicos por cualquier situación que tengan, pasan al servicio médico y se les da la atención debida».

La señora, de quien se omite su nombre real tras la solicitud del anonimato, menciona que al interior del penal solo ha habido reclusos que enfermaron de una “gripa normal”.

«Se dice pero no creo, que yo sepa no hay casos (de Covid-19), hay las gripas normales, pero con la atención y el medicamento están bien», expresa.

A principios de mes, algunos medios de comunicación afirmaron que trabajadores del Área de Salud en prisiones habían confirmado casos de Covid-19 entre los presos, quienes habían sido trasladados al Centro de Alta Especialidad (CAE) “Doctor Rafael Lucio”.

Sin embargo, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Hugo Gutiérrez Maldonado, descartó dicha situación e indicó que en ninguno de los 17 penales de Veracruz se han registrado casos de la enfermedad mencionada.

Investigan presunto ocultamiento

La presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Namiko Matzumoto Benítez, dio a conocer en días pasados que inició una investigación por el presunto ocultamiento de casos de Covid-19 en penales de Veracruz, sobre todo en el de Pacho Viejo.

Incluso, fue abierta la queja VAP/178/2020, tras las publicaciones en medios de comunicación sobre un presunto brote.

El personal de la CEDH tendría que visitar el penal de la localidad Pacho Viejo y otros Ceresos, para verificar que estén siendo aplicadas las medidas sanitarias.

Mientras tanto, Marcela seguirá acudiendo a trabajar los fines de semana -sábados y domingos- en un horario de 9:00 a 14:00 horas, utilizando siempre la protección facial y cuidando las medidas sanitarias en dicho lugar.

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