Armando Ortiz / Hace dos años por un escaso margen Cuitláhuac García de Morena ganaba las elecciones a Miguel Ángel Yunes Márquez. Cuitláhuac tiene mucho que agradecer al efecto del tsunami llamado Andrés Manuel López Obrador. De no ser por López Obrador el hijo de Atanasio García Durán no hubiera ganado; eso lo sabe AMLO, lo sabe Cuitláhuac, lo sabemos los veracruzanos. A pesar de todo se esperaba que el sencillo maestro de ingeniería de la UV lograra hacer un gobierno diferente, un gobierno donde se desterrara el nepotismo, el influyentismo y la corrupción. Pero sucedió todo lo contrario. Nepotismo, influyentismo y corrupción son el estandarte del gobierno de Cuitláhuac García, quien ha dejado que todo esto ocurra. Omiso, servil, arrogante (cree que la inteligencia está de su lado), mentiroso, deshonesto, cobarde, incapaz, estulto, todos esos calificativos describen al gobernador de Veracruz que en estos dos años no sale del sótano de las encuestas que lo ubican como uno de os peores gobernadores en el país. Ante todas estas circunstancias, a dos años del triunfo de Morena en Veracruz, dos años del triunfo de Cuitláhuac García, ¿quién se apunta para celebrar?
Beatriz Gutiérrez Müeller: “No soy médico, a lo mejor usted sí. Ande, ayúdelos”. Así responde cuando la cuestionan sobre los niños con cáncer
Beatriz Gutiérrez Müeller, esposa del presidente de México, celebra con un mensaje de Twitter que este miércoles 1 de julio, se cumplen dos años del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador: “Hace dos años, los ciudadanos —que somos los verdaderos guardianes de la democracia—logramos lo impensable: elecciones realmente democráticas. #1Julio”. Un tuitero, aprovechó para preguntarle: “¿Cuándo atenderá personalmente a los padres de niños con cáncer? Gracias por su amable respuesta”. La respuesta que da la esposa del presidente deja a muchos con la boca abierta: “No soy médico, a lo mejor usted sí. Ande, ayúdelos”. De inmediato la gente captó la insensibilidad de la frase y se pusieron a increparla. Un usuario le anotó: “Pues tampoco eres poetiza ni cantante, pero ahí estás mame y mame”. Otro usuario la quiso hacer entrar en razón: “Sra. Beatriz, esta respuesta realmente tiene un trasfondo gigantesco y lleno de consecuencias. Ojalá recapacite”. Vale mencionar que varios de los seguidores de la señora la defendieron, señalando que en realidad tiene razón pues ella no es médico. Pero uno se pregunta, ¿sólo los médicos pueden ayudar a los niños con cáncer? ¿Y la influencia que tiene como esposa del presidente? ¿Acaso no logró tumbar a la titular del Conapred sólo porque se metieron con su hijo?
La empatía que le faltó a Beatriz Gutiérrez Müller la puede encontrar en El Quijote
La respuesta de Beatriz Gutiérrez Müeller a una persona que en Twitter le preguntó, ¿cuándo atenderá personalmente a los padres de niños con cáncer?, es la respuesta de una persona que no se pone en el lugar de otro, es la respuesta de una persona poco empática, que no responde a la importancia de los padres y al dolor de los niños con cáncer. Empatía es la cualidad que le faltó a la señora Gutiérrez Müller. ¿Dónde hallar ejemplos de empatía? Pues ya que se dice una buena lectora la esposa del presidente podría leer El Quijote. Así es, el mejor ejemplo de empatía lo encontramos en el Quijote, quien, al enterarse de las desgracias de Cardenio, el “roto de la mala figura” le dijo: “y cuando vuestra desventura fuera de aquellas que tienen cerradas las puertas a todo género de consuelo, pensaba ayudaros a llorarla y a plañirla como mejor pudiera, que todavía es consuelo en las desgracias hallar quien se duela dellas”. A veces, señora Beatriz Gutiérrez Müller, no se trata nada más de solucionar los problemas, o de ser capaz de solucionar los problemas. A veces, como dijo Cervantes, “cuando vuestra desventura fuera de aquellas que tienen cerradas las puertas a todo género de consuelo, pensaba ayudaros a llorarla y a plañirla como mejor pudiera, que todavía es consuelo en las desgracias hallar quien se duela dellas”. Al dar consuelo nos recuperamos como seres humanos y mostramos nuestra empatía.
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