Luis Ortiz Ramírez / “Taparle el ojo al macho” en el glosario de mexicanismos, es una expresión popular originada en la práctica de los arrieros que cubren los ojos de las mulas para que no se espanten mientras las cargan. Se usa para indicar que algo será engañoso o habrá que disimularlo. Esto lo decimos, porque la SEP y el SNTE, nos presentan el incremento salarial 2020, como una gran victoria laboral, cuando en el trasfondo solo es para “taparle el ojo al macho”.
La Secretaría de Educación Pública (SEP), difundió en el Diario Oficial de la Federación los acuerdos salariales y prestacionales alcanzados con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).En este se indica, el aumento del 3.4% al Sueldo Tabular con efectos al 1o. de enero del año en curso, para docentes y personal de apoyo y asistencia a la educación básica entre otros.
Este incremento salarial no rivaliza para nada con los incrementos que en el pasado conseguía la maestra Elba Esther Gordillo. Es bien sabido que mientras la maestra soportaba más cinco años de encierro, el salario de los maestros disminuyo. La Comisión Mixta de Paridad acepto solamente migajas del gobierno federal.
En cinco años, 230 mil plazas se perdieron, muchos fueron obligados a jubilarse anticipadamente. Sin el liderazgo de la Maestra, el maestro fue vejado y humillado por algunos medios de comunicación, por la clase empresarial y sobre todo, su trabajo más sagrado fue puesto en tela de juicio. Con la Maestra esto no pasaba.
Por esa razón, el anuncio del pírrico incremento salarial 2020 no son buenas noticias para los maestros. Por ejemplo, según La jornada, “en la primera quincena de 2020 la canasta básica de 80 productos costó 99.47 pesos más que hace un mes, lo que implica un incremento de 3.47 por ciento. Esto significa que para poder adquirirla, una familia tuvo que desembolsar 2 mil 780.28 pesos en total, equivalentes a 22.56 días del salario mínimo vigente. La inflación vino hacer talco el pírrico incremento salarial que consiguió el SNTE de Cepeda Salas.
Pero eso no es todo, “con el arranque de 2020 se ajustó el Impuesto Especial para Producción y Servicios (IEPS) en bebidas azucaradas y cigarros, pero también para combustibles lo que, según advirtió la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), provocaría aumentos en cascada para la mayoría de los productos” (La Jornada). Esta situación, ha calado duro entre el magisterio mexicano que gasta gran parte de su salario en combustible, para trasladarse a sus escuelas y seguramente mantiene preocupados a los actuales jorocones del SNTE.
Muchos aún recuerdan que cuando la Maestra Gordillo estuvo al frente del SNTE, un año antes de su cuestionada aprehensión, consiguió un 4.25 por ciento de aumento directo al sueldo. Juan Díaz de la Torre y Alfonso Cepeda sólo pudieron conseguir el 3.9 por ciento. En esta negociación, las cifras quedaron por debajo del incremento salarial de 2012, en el que logró 4.25 por ciento de aumento directo al sueldo; y también quedó lejos del tope alcanzado en 2011, cuando la maestra Gordillo negoció que les subieran el sueldo 4.75 por ciento.
En los hechos, los maestros ganaban más cuando estaban bajo el liderazgo de la maestra; es cierto que sus detractores podrán acusarla de todo, pero su experiencia y liderazgo son contundentes. Así que está muy difícil que Alfonso Cepeda Salas, secretario general interino del SNTE, pueda superar a la maestra Gordillo en otras negociaciones salariales. Por lo pronto el anuncio oficial de las SEP, solo deja constancia de que no hay un liderazgo solido frente al SNTE que en verdad pueda defender a los maestros.
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